Ya vienen las elecciones en México para la presidencia y el Congreso en el 2012 y no hay un candidato ni un partido que pueda plantear y llevar adelante los cambios estructurales que requiere el país para poder hacerlo administrable y tornar dinámica una economía que tiende a volverse estática de manera recurrente, pues los cambios necesarios que se requieren llevar adelante, requieren de modificaciones en la Constitución; solo Porfirio Muñoz Ledo, plantea en su reciente libro “cambios radicales”, sin modificar la Constitución, abogado al fin ¡ los cambio tienen costos políticos, entonces¡ QUE HACER.
Si el país no realiza dichos cambios, le pueden inyectar todo el dinero del mundo a la estructura actual y la economía crecerá, pero cuando se acabe el impulso de la inyección de capital, el crecimiento volverá al mismo nivel de donde partió.
Si el país no realiza dichos cambios, le pueden inyectar todo el dinero del mundo a la estructura actual y la economía crecerá, pero cuando se acabe el impulso de la inyección de capital, el crecimiento volverá al mismo nivel de donde partió.
Las “candidaturas independientes” son una opción de la "democracia en busca de la chuleta", quizás en la realidad hoy, sean mayoría, pero no tienen la organización de un partido, que sin duda es necesaria para poder operar e incidir en el Congreso de la Unión y poder realizar los necesarios cambios a la legislación constitucional, tampoco hay posibilidades, aún, para registrarse como candidato ante el IFE, para la Presidencia de la República; por ello, se requiere de una democracia participativa que materialmente asalte el Congreso o bien, le cierre por inútil.
Es ahí donde empiezan a rondar los malos pensamientos, ¿quién ha cerrado el Congreso?: en México, Victoriano Huerta; en España, Franco; en Chile Pinochet; en Perú Fujimori, por mencionar los casos más conocidos. En el caso de México, los problemas acumulados y el desorden que hay en el país en los últimos años con el PAN, hacen recordar el ascenso del maderismo al poder a principios del siglo XX. Fue tanto el terror implantado por los ex-rurales de Díaz y el desorden iniciado en la crisis de la mina de cobre, en Cananea en 1906, por la devaluación de 1905 y la diferencia de paga entre trabajadores, nacionales (plata) y extranjeros (dólares)..., la hambruna por la larga sequía, así como todo el desorden en 1910-1913, donde los rancheros, los comerciantes, los empresarios, los financieros, la iglesia, la clase política y los Estados Unidos, dejaron de estar contentos con “el cambio” que ofrecía la democracia de Madero y la salida de Porfirio Díaz… Ese fue el ambiente en el que llegó Victoriano huerta al poder en México, entre el 9 y el 18 de febrero de 1913, en la llamada “decena trágica”.
Huerta, llegó al poder, más por sus defectos que por sus virtudes; los intereses petroleros de Inglaterra, (La Huasteca y El Águila) reconocieron de inmediato su gobierno, ya que Enrique Creel, de Relaciones Exteriores, Guillermo de Landa y Escandón, gobernador del DF y Porfirio Díaz Hijo, eran socios de los ingleses Parson & Son, que rivalizaban con los intereses norteamericanos de los Rokefeller, los Guggenheim y Henry Clay Pierce. Verdadero conflicto que simbró al país.
La primera lectura que se presenta de ese cambio es que la gente vio en Huerta, como después lo hará con la figura de Carranza, un ícono de la "paz porfiriana". Hoy es un lugar común decir que el PRI está en el ánimo del electorado y que con él regresará el orden y el crecimiento de los años dorados 1962-1982.
Siento decirles que no comparto esa visión. Por qué? Pues sencillamente porque con independencia de quien gane las elecciones, PRD, PRI o PAN, las condiciones internas y externas del país en la actualidad son verdaderamente asimétricas a las que se dieron hace 50 años, en 1961, año que por cierto la deuda pública como la privada ha sido la más baja en la historia del país, como proporción del PIB, 0.15%. En el año de 1961, existía la URSS y los EEUU no querían su influencia en América Latina, hoy la URSS ha desaparecido por sus propias contradicciones. Esa simpleza parece que no lo entiende la dirigencia y afiliados perredístas, quienes propugnan por volver justamente a ese tipo de desarrollo, que es la exégesis de la crisis que se padece desde 1983. A los paises GIPSI (Grecia, Irlanda, Portugal, Spain e Italia) de la zona Euro, les ha sucedido lo mismo, al sobrevaluar sus posibilidades de consumo con el establecimiento del Euro.
La educación media y superior, están en crisis, ¿por qué? Pues muy sencillo, entre otros motivos, la Constitución está mal redactada, tiene errores técnicos desde 1917, que le han costado muy caro a la sociedad mexicana; así es, ya desde los años 80, se sienten los estragos de la mala redacción en el crecimiento en la demanda en el Sistema Universitario a nivel nacional, pues es relativamente reciente su construcción despues del "68" y las Entidades de la República, no les alcanza para sufragar los gastos mediante el “Sistema de Participación Fiscal a las Entidades” y estas, no quieren recaudar impuesto predial a la propiedad rural, ni a la privada ni a la ejidal, prefieren recurrir al recurso del crédito público, con lo cual, vuelven a caer en el regazo de la federación. Con la modificación que se propone, gastaría menos y mejor la Federación, ya que la sociedad podría contribuir a su financiamiento y se desarrollaría más el sistema educativo nacional, como sucede en todo el mundo, nada más España y China pueden ser referentes, sería administrable y viable su financiamiento, lo que se conoce como una política pública de ciencia y tecnología.
Por ello el Artículo 3º de la Constitución debe de reformarse a fin de que en lugar de que diga “Toda la educación que imparta el Estado será gratuita”; precise toda la educación OBLIGATORIA que imparta el Estado sera gratuita, de esa manera podrá dejar de ser una cadena de subsidios más y convertirse en un instrumento real de ciencia y tecnología, estableciendo los reglamentos correspondientes a la Ley Fundamental, que hoy no existen.
Por su parte el ejido, que en realidad es una suerte de koljos mexicano; los "derechos agrarios", no constituyen la propiedad de la tierra que pidiera Zapata a Madero en el lontano 1911; sin embargo, su establecimiento, no afectó en mayor medida la economía, ya que la producción agrícola pudo crecer ininterrupidamente hasta el año de 1965, en que los 4 granos básicos llegaron a producir 29 kgs percápita; A partir de entonces se generaron contradicciones, por el giro que tomo la economía auspiciado por el flujo de capital del exterior, que marcaron el gran abandono poblacional en el medio rural,muy a pesar de la creación del Estado de poco más de un centenar de organismos y empresas agropecuarias, forestales y pesqueras, auspiciado por el desarrollo urbano como por la modernización y crecimiento del transporte, el turismo y otros sectores no agrarios que acusaron un crecimiento sin precedentes y utilizaron abundante mano de obra rural, atraída por mejores ingresos que los obtenidos en el campo. Tambien compitieron las inversiones, con el desarrollo de la obra hidráulica que dejo de crecer y que hoy padece el país.
La modificación al Art. 27 Constitucional que aprobó el Congreso de la Unión en 1992, con Carlos Salinas de Gortari, en la Presidencia de la República, fue un ensayo bueno, pero insuficiente de cambiar lo descrito, ya que dejó a la compra venta e inversiones en la propiedad ejidal, como campo propicio para los grandes capitales, quienes poseen los aparatos jurídicos necesarios para poder adquirir grandes extenciones de tierra ejidal, “conforme a derecho”; sin embargo, la pequeña y mediana empresa (PYMES), usted y yo, como los propios ejidatarios, no invierten ahí, pues es difícil el manejo de esas propiedades y la seguridad de la recuperación de los ahorros, como de las inversiones. Lo único que ha podido crecer en los últimos 20 años, son los Tribunales Agrarios, por la multiplicidad de conflictos que dicha reforma ha generado. El Ejidatario debe volverse, simple, liza y llanamente, propietario.
Los subsidios federales, operan más como ritual del sistema que como solución a los problemas nacionales: pobreza y nulo crecimiento económico en el campo, se dirigen a la demanda agregada, al consumo, más que a la oferta agregada, a la producción. El colmo fue que casi la totalidad de los organismos y empresas de los sectores agropecuarias, forestales y pesqueras que se construyeron como Empresas y Organismo del Estado entre 1962 y 1989, no pudieron venderse y seguir funcionando, manteniendo la producción y el empleo; se disolvieron, por la complejidad que presentó la legislación mexicana ejidal para su venta, para el propio Estado, como lo corroboró la tentativa de hacer un nuevo aeropuesto en el Estado de México en la administracion Fox; la mayoría de las empresas ya no existen...
Ello hace que los Acuerdos de la Comisión Gasto Financiamiento de 1987, en que me toco participar como operador entre 1989 y 1991 en la extinta SPP, son un referente, están en la base económica de que el país presente un ritmo de crecimiento insuficiente, por lo que las empresas agropecuarias, forestales y pesqueras liquidadas, no pudieron sobrevivir en manos privadas y ayudar al desarrollo nacional ulterior. Ese capítulo de la desincorporación de empresas, no hizo sino apenas disminuir el abultado déficit presupuestal de futuros ejercicios fiscales, pero disparó el fuerte desempleo iniciado en agosto de 1985, y la dificultad de fondear los múltiples regímenes de pensiones que generan 104% del PIB en 2012 (Pedro Vazquez Colmenares) que prevalece y se proyecta en la actualidad.
Estos son, estimado lector, 2 motivos básicos, fundamentales, por las cuales la dinámica de los paradigmas nacionales, como la economía en México o se mueven por la afluencia de capitales del exterior o de inyecciones de capital extraordinarios (de ALPRO al "boom petrolero") o no se mueve para nada y la recaudación sigue siendo una de las más bajas del mundo, alrededor del 12% del PIB. Me parece que querer centrar el debate, como lo hacen algunos de los estratos de la profesión, entre keynesianismo o intervencionistas y neoliberalismo, en 2011-2012, puede ser válido entre los EEUU y la Zona Euro; pero para México, presenta un sesgo mas político que técnico, con un incoveniente adicional: ser keynesiano a crédito y promover el estado de bienestar con propiedad ejidal es no aprender, ni reconocer lo que se hizo entre 1961-1981, y que generó una crisis de la cual no terminamos de salir, es caer en el mismo lugar en que nos encontrabamos antes, pero endeudados; es quizás una posición ideológica que forma parte del México "aspiracionista", propio del "pensamiento mágico", que ha tornado estáticos muchos paradigmas mentales como económicos; por su parte, pretender ser "neoliberal" y no realizar estos cambios estructurales, es igualmente una pretensión vana.
Con estos cambios estructurales, se daría la opción de cambiar una economía estática y sentar las bases para tener una economía dinámica; el campo mexicano, recibiría las inversiones de las PYMES, como la de usted y como las de cualquier particular, lo cual no es despreciable, le redimensionaria, aumentaría el empleo, la producción, el comercio, los impuestos, permitirían una intervención del Estado en infraestructura, cubriendo el visible rezago hidráulico y reponer alguna política industrial. Dejaría la tierra de ser una propiedad propia de un modo de producción "a-capitalista" que caracteriza una economía estancada, que no crece y que frustra los mejores propósitos nacionales, manteniendo los niveles de pobreza arriba del 50% de la población. Lo cual representa la mayor injusticia generada por la llamada revolución mexicana.
Si estos cambios Constitucionales no se hacen, democracias, proyectos, planes, modelos, líderes y partidos aparte, el país no tiene viabilidad financiera ni posibilidades de un crecimiento dinámico, ni autónomo autosostenido.
Es cuánto.
Totalmente de acuerdo en cuanto a muchos de tus comentarios. Entre otros muchos problemas, considero que el de la educación y la recaudación fiscal no nos permiten avanzar.
ResponderEliminarMaru
me gusto mucho
ResponderEliminar