Sensaciones.

Vistas de página en total

domingo, 9 de enero de 2011

Historia de las Telecomunicaciones en México. Del Sistema Morse al Satelital

Excélsior, Sección Financiera. Lunes 12,13 y 14 de Febrero del 2001
Con motivo del "Día del Telegrafista"

- Primera de 3 partes -

El Telegrafo Morse, Parteaguas de las Telecomunicaciones.


Todavía en los primeros veinte años del siglo XX, la "telegrafía" era entendida, de acuerdo con la enciclopedia Espasa Calpe, simplemente como "el arte de transmitir a distancia el pensamiento humano por medio de signos"; considerada así, tiene una antigüedad y universalidad no superada por ninguna ciencia ni por ningún arte. En ese concepto pueden entrar todo género de mensajes desde el tom tom africano, el caracol de los isleños, el telégrafo de "reflejos" de los espejos y fogatas de los apaches, las teas griegas, los semáforos romanos, las diferentes señales de los marinos, las banderas de los boy scouts, como el telégrafo óptico de Chape. El huéhuetl y el teponaztle náhuatl, son instrumentos musicales, que se utilizaron para diferentes ceremonias, incluyendo las funerarias; sin embargo, no son considerados por el Museo Nacional de Antropología e Historia, medios de comunicación, ésta se realizaba en el México precolombino vía mensajeros: los painani.

Sin embargo, en la actualidad, la telecomunicación es definida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), como "toda transmisión, emisión o recepción de signos, señales, escritos, imágenes, sonidos o información de cualquier naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos, u otros sistemas electromagnéticos". De ahí que el telégrafo eléctrico, divida la historia del concepto de la telegrafía, pasando por la radiotelegrafía de principios de siglo, las diferentes generaciones tecnológicas del teléfono, el telex de la guerra fría y las microondas; la televisión, el fax como la gran gama de telecomunicaciones vía satélite, incluyendo el Internet.

El electromagnetismo fue el descubrimiento culminante para el desarrollo del telégrafo en el siglo XIX, hecho que influyó en el desarrollo del magnetismo en la literatura de los vampiros de Goethe a Bram Stoker (1797-1897), así como en el renacimiento de los distintos "animismos y espiritismos" de principios de siglo XX. El físico danés Hans Christian Oersted en 1820, demostró que una aguja magnética podía ser desviada por la corriente eléctrica de un alambre; el físico alemán Hans Schweigger, inventó el multiplicador que amplifica el efecto magnético de la corriente para desviar la aguja imantada, mediante varias bobinas de alambre. Entonces André Marie AmpŠre, sugirió un sistema telegráfico, basado en la desviación de agujas magnéticas por la acción de la corriente eléctrica, en 26 hilos de alambre.

El primer telégrafo eléctrico de agujas magnéticas se desarrolla al nivel de aplicación industrial hasta 1837, en Inglaterra, por William F. Cooke y Charles Wheatstone, que perfeccionan el aparato experimental originalmente presentado por el diplomático ruso barón Pavel L. Schilling en 1832. Los ferrocarriles ingleses, reconocen la eficiencia de este telégrafo y, empiezan a utilizarlo desde 1839, hasta finales del siglo XIX, para mejorar la operación ferroviaria.

En América, Samuel Finley Breese Morse, inventó el Telégrafo Morse; fue el sistema más sencillo y práctico que hizo posible que la transmisión de mensajes adquiriera una rapidez insospechada. Samuel Morse, nació en 1791 en Charleston, estado de Massachusetts de los Estados Unidos de América, estudió artes y ciencias en la Universidad de Yale, donde asistió a conferencias sobre electricidad. En un principio, se dedicó como profesión a la pintura. Sin embargo en 1832, a bordo del barco Sully, Morse platicando con el doctor Jackson, ideó su concepto de telegrafía, que desarrolló hasta implantarlo el 27 de agosto de 1844, enviando el primer mensaje telegráfico entre el Capitolio de Washington y la Estación de Ferrocarril de Baltimore. "What hath God brought" que en español se lee: "Qué nos trajo Dios", misma frase que pronunciaría John F. Kennedy, al transmitir la primera llamada telefónica vía satélite en 1962.

Para 1850, aparece la compañía de noticias Reuter, por lo que para 1856, el telégrafo ya se había introducido en la mayoría de los países europeos, inicialmente se empieza a usar por los ferrocarriles; luego, para uso oficial de los gobiernos y posteriormente para correspondencia pública.

Alexander Graham Bell, inventó el teléfono y lo patenta como "Mejoras a la Telegrafía", demostrándolo en Filadelfia en 1876, en la Feria del Centenario de la Independencia de los Estados Unidos de América.

Al inicio del siglo XX surge la "telegrafía sin hilos o radiotelegrafía", que es el origen de la radiocomunicación, puede ser considerado el invento más notable de nuestra época. Michael Faraday desde 1831, estudiaba ya la inducción electromagnética que es la base de la radiotelegrafía. James Maxwell en 1873, establecía la base teórica sobre la propagación de las ondas electromagnéticas a través del espacio a la velocidad de la luz. Tocó a Heinrich Hertz, demostrar experimentalmente en 1889, la producción y transmisión de las ondas electromagnéticas o hertzianas.

Finalmente fue el genio italiano Guglielmo Marconi, quien inventó los primeros sistemas de radiotelegrafía, que al gobierno Italiano no interesó en primera instancia, por lo que se traslada a Inglaterra, en donde sí logró interesar al gobierno inglés, que lo apoyó, por lo que en 1896 los patenta y empieza a dar servicio al público en 1897, principalmente para radiocomunicación marítima y ayudas a la navegación. El primer enlace radiotelegráfico trasatlántico entre Europa y América lo logra Marconi en 1901, al transmitir por aire a través de ondas electromagnéticas o radioeléctricas, mensajes en clave Morse, desde Cornwall, Inglaterra a Saint John, Terranova.

JUAN DE LA GRANJA, ESTABLECE EL SERVICIO TELEGRÁFICO EN MÉXICO. 1785-1853

La historia del telégrafo en México empieza con Juan de la Granja, personaje de origen español, que jugó un carácter protagónico a mediados del siglo XIX, fue como dice su epitafio en 1853: "El primero que estableció en la república el telégrafo electromagnético".

Juan de la Granja nació en España en la villa de Valmaceda, provincia de Vizcaya, el 24 de junio de 1785, llegó como comerciante a México a los 29 años, y le tocó vivir la atmósfera de la independencia y la expulsión de los españoles, por lo que emigró a Estados Unidos, donde como periodista y cónsul general de nuestro país luchó contra los intereses expansionistas de los norteamericanos.

En Nueva York, Juan de la Granja estableció una imprenta y una librería, además de fundar el primer periódico en castellano, publicado en esa ciudad, llamado "El Noticioso de Ambos Mundos". El gobierno de México, reconoce sus méritos y lo nombra vicecónsul en Nueva York en 1838. Dado su comportamiento ejemplar, a la muerte del Cónsul mexicano,  en 1842, es declarado ciudadano mexicano y se le nombra cónsul general de México.

Con motivo de la invasión yanqui a México y la consiguiente ruptura de relaciones diplomáticas en 1846, De la Granja, entonces, se ve obligado a abandonar Estados Unidos en noviembre de ese año, regresando a nuestro país en enero de 1847; el presidente en funciones, Valentín Gómez Farías, le pide a don Juan que publique un manifiesto sobre la guerra contra Estados Unidos, para concientizar a la población, lo cual esboza, pero nunca lo realiza como tal, ante su descontento por la situación en México, que la describe así en su epistolario: ...'nadie puede concebir un desconcierto tan espantoso de ideas como el que reina en este país. Aquí ni hay gobierno, ni quien sepa gobernar, ni quien entienda, ni quiera entender los verdaderos intereses nacionales, no hay más que caos. El que quiere manda y el que quiere obedece. Es una anarquía mansa...".

Juan de la Granja, ya como diputado en 1848 y 1849, mantenía amistad con varios conservadores como José María Gutiérrez Estrada, quien, como Lucas Alamán, sostenía que el país necesitaba una monarquía para eliminar las continuas guerras internas y así poder gobernar en paz a un país de enorme potencial. Estas ideas lo llevaron al extremo de encabezar la comisión que ofreció en 1863 el trono de México a Maximiliano. Como bien dice su biógrafo don Luis Castillo Ledón: "Si la muerte no le sorprende pronto, quién sabe si se hubiera contado entre los intervencionistas implantadores de un trono extranjero". Los permanentes conflictos en los valores, intereses y mentalidades de criollos y mestizos, también conocidos como "centralistas y liberales", parecen estar en el fondo de la "Guerra de la Reforma", como homólogamente lo ha señalado Luis Villoro, en su trabajo sobre la "Revolución de Independencia", para analizar la lucha de clases de los criollos contra los peninsulares, a quienes sin duda, como lo ha señalado Luis Chávez Orozco, les tocó conducir el movimiento de independencia de España.

Los primeros aparatos telegráficos, junto con la primera máquina para producir luz eléctrica, los adquirió en 1850 el acaudalado Pedro Terreros, quien tuvo la satisfacción de ser el primer mexicano en iluminarse con la apreciada luz.

La primera demostración pública del telégrafo eléctrico, la realizó Juan de la Granja en México, el 13 de noviembre de 1850, entre el Palacio Nacional y el Colegio de Minería, localizado en el edificio frente a lo que a partir de los años 80, impulsado por Margarita López Portillo, es el actual Museo Nacional MUNAL. compartiendo la plaza, con el Museo del Telégrafo, antes Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas.

La primera línea telegráfica se inauguró solemnemente el 5 de noviembre de 1851, por el presidente de la República, General Mariano Arista, acompañado por Juan de la Granja, como gerente general de Telégrafos. Se puso en operación la línea telegráfica entre la capital y el pueblecito de Nopalucan, hoy Nopalucan de la Granja, Pue., lo que cumplía con el establecimiento de las 40 leguas, que exigía la concesión, como mínimo en 2 años, sobre la ruta México-Veracruz.

La ciudad de México y el Puerto de Veracruz, quedan comunicados telegráficamente el 5 de mayo de 1852, pasando por Nopalucan, San Andrés Chalchicomula (Cd. Serdán), Puebla, Orizaba y Córdoba, con una extensión de línea de 408 kilómetros a campo traviesa.

A la muerte de Juan de la Granja en 1853, los accionistas de la empresa telegráfica nombran en 1854, como director a don Hermenegildo de Villa y Cosío, que además de ser el principal accionista fue el albacea de De la Granja, quien no dejó familia. Después los directores de la empresa serían Cayetano Rubio, Manuel J. De Llano y José de la Vega.

La segunda línea telegráfica, nombrada "del interior" que enlazaría la ciudad de México con la de León, Guanajuato, se inicia a finales de 1853, que celebran las autoridades con Octaviano Muñoz Ledo. Por su parte, William G. Stewart, compadre y socio de Juan de la Granja se vuelve contratista de líneas hacia el Bajío y el Norte.

Octaviano Muñoz Ledo. 
------------------------------------------------------------------------------
Conferencia Inaugural.- PRIMER COLOQUIO SOBRE LA ENSEÑANZA EN EL BACHILLERATO. Lenguaje Audiovisual y Nuevas Técnicas Informáticas en la Educación. Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Sur. SILADIN. Del 14 al 16 de febrero de 2001. UNAM.

+ Economista, historiador y administrador público; profesor de Análisis de la Economía Mexicana en las Facultades de Economía y de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; autor de prólogo: Formación Socio económica y Política de México (INAH-LIMUSA) México 1999. Colaborador de la Sección Financiera de EXCÉLSIOR y Titular de la Unidad de Comunicación Social de Telecomunicaciones de México.

-II Parte.- martes 13 de febrero de 2001.

Conservadores, Intervención Francesa y Maximiliano

El gobierno de Miguel Miramón, prorroga en 1859, el privilegio inicial, concedido a Juan de la Granja, a Hermenegildo de Villa y Cosío por un periodo de 25 años.

La intervención francesa se inicia a principios de 1862, como consecuencia de la suspensión de pagos de la deuda externa contraída en México por los gobiernos centralistas-criollos, que decreta Juárez a mediados de 1861, con motivo de la Revolución de Independencia, provocando que los españoles, ingleses y franceses envíen sus respectivas armadas al Puerto de Veracruz. Las fuerzas españolas e inglesas se retiran después de negociaciones diplomáticas, sin embargo, Napoleón III, quien pensaba continuar como centro de gravedad de la política mundial, aprovecha el pretexto para emprender con el apoyo del partido conservador, la formación de una monarquía en México sujeta a su protectorado.

El ejército francés avanza sobre Puebla, al mando del Conde de Lorencez. Juárez nombra al general Ignacio Zaragoza, como responsable del Ejército Mexicano para detener a los franceses. El general mexicano enfrenta la histórica batalla del 5 de mayo de 1862, donde derrota a los franceses, de lo cual informa mediante telegrama dirigido al Ministro de Guerra del presidente Juárez:

"Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria; el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del Cerro de Guadalupe que atacó por el oriente a derecha e izquierda durante tres horas, fue rechazado tres veces en completa dispersión y en estos momentos está formado en batalla fuerte de 4,000 hombres y pico frente al cerro fuera de tiro; no lo bato como desearía porque el Gobierno sabe que no tengo para ello fuerza bastante. Calculó la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe, en su ataque en 600 o 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros. Sírvase Ud. Dar cuenta de este parte al Sr. Presidente: I. Zaragoza".

Maximiliano desde abril de 1864, a diferencia de lo que pasaba en la democracia de los EEUU, con una visión centralista del asunto, trata de que las líneas telegráficas sean propiedad del Estado, como ocurre en Europa, sin embargo, ante las raquíticas condiciones económicas del Gobierno, otorga 8 concesiones a particulares como: Carlos Clute, Carlos Arnoux y Rodrigo Rincón en 1865, a través de su ministro Luis Robles Pezuela. Maximiliano, pese a lo anterior, decreta una Ley y Reglamento sobre telégrafos el 2 de diciembre de 1865, según la cual en el:

"Artículo 1. El Gobierno es el único que puede construir líneas telegráficas en el Imperio. Cuando lo considere conveniente, dará permiso a algún individuo o compañía para que lo haga, sujetándose para ello al Reglamento de la materia y las siguientes prevenciones..."

Para finales de 1866, las fuerzas juaristas comienzan a avanzar y a consolidar sus posiciones en la República, ello como contraparte del retiro de las fuerzas del ejército francés de territorio nacional; dado que Napoleón III, las necesitaba en Europa, ante el avance y consolidación prusiano, como por la victoria alemana sobre Austria en Sadowa. La emperatriz Carlota (quizás la mujer más rica de la época), no logra por lo tanto, obtener el apoyo de Europa, lo cual explica de manera directa su severo trastorno emocional; a pesar de ello, Maximiliano, decide quedarse en el país y se instala en la ciudad de Querétaro.


EL TELÉGRAFO EN LA ÉPOCA DE JUÁREZ. 1853-1876


El presidente Benito Juárez restauraba en 1867 la República y Maximiliano, era fusilado en el Cerro de las Campanas, Qro. México iniciaba así un periodo que le permitiría recuperar su soberanía, resucitar al Telégrafo y sentar las bases para su desarrollo a cargo del gobierno federal. Juárez crea la dependencia "Líneas Telegráficas del Supremo Gobierno" y formula el primer Reglamento efectivo, a través de su ministro de Fomento, el ingeniero Blas Balcárcel, quien permanecería en el puesto casi 10 años.

El presidente Benito Juárez en marzo de 1867, decretó la "federalización" de los telégrafos, que venían funcionando por medio de concesiones a empresarios privados. Sin embargo, dadas las presiones de los particulares y la situación del erario, hace lo mismo que Maximiliano hizo en su oportunidad: los telégrafos son del Estado pero, por el momento, que los construyan los particulares, así otorga concesión a Arroyo y Cía., para la Línea México Cuernavaca el último día de ese mismo año. Convivieron 4 formas de modalidades de propiedad: 1) Federales, 2) Subvencionadas por el Congreso, 3) Estatales y 4) Particulares.


EXPANSIÓN DE LOS TELÉGRAFOS FEDERALES DURANTE EL PORFIRIATO. 1877-1910


El primer tramo de ferrocarril comenzó a operar en 1850, con 14 kilómetros entre Veracruz y El Molinito, sin embargo, la línea México-Veracruz se inaugura hasta el año de 1873; por su parte, el primer tramo de línea telegráfica, fue inaugurado en 1851, con el tramo México-Nopalucan y la línea telegráfica hasta Veracruz se terminó en 1853. Ambos servicios empezaron a funcionar en forma adecuada hasta que se restableció la paz en el llamado "Porfiriato", ya que se pudo desarrollar y conservar la infraestructura de comunicaciones, extendiéndose y potenciando su utilización a partir de 1877. Cuando la pacificación del país permitió reiniciar el desarrollo de la red férrea, con inversión extranjera, por su parte, el Gobierno Federal pudo expandir la red telegráfica con recursos del erario. La red telegráfica para finales de siglo, pudo pasar de 8,000 Km a más de 40,000 Km de longitud (la mitad realizada por los ingleses y contabilizada nacional) simple en este período. La cultura centralista que dominaba las ideas dominantes en Europa, hicieron que no se pensara en México en la posibilidad de que fueran concesiones a particulares y que no se recargara en los hombros de la Tesorería de la Federación, sin duda la institución que mejor refleja los intereses de la República. 

Porfirio Díaz logró conformar un equipo ministerial sólido y permanente; en la Secretaría de Fomento, pasaron: Vicente Riva Palacio de 1876 a 1880; el propio Porfirio Díaz y Carlos Pacheco de 1880 a 1891; Manuel González Cosío 1891-1895, quien llega a la recién creada Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas hasta 1895, cuando lo substituye el general Francisco Z. Mena, el "zar del telégrafo mexicano", que permanece hasta 1907, para dejársela a Leandro Fernández, que impulsó la radiotelegrafía o telegrafía inalámbrica entre 1907 y 1911, por lo que alcanzó la Revolución maderista.

Al tiempo que avanzaban las obras telegráficas en territorio nacional, ocurría lo mismo con la red ferrocarrilera, que instalaba miles de kilómetros de postería de telégrafos para sus proyectadas vías férreas, incluso antes de su construcción. Las empresas ferrocarrileras inglesas, tenían entonces una considerable red telegráfica instalada, por lo que al gobierno se le hizo fácil pedirles permiso para colocar un alambre más en esos postes.

El telégrafo federal (centralizado), llega a la segunda mitad de la década de 1890, con el general Francisco Z. Mena, como un instrumento probado como eficaz e indispensable para la comunicación, junto a su hermano mayor, el ferrocarril, con quien tuvo una relación de interdependencia muy importante, pues es difícil que el telégrafo hubiera adelantado tanto, sin el auge ferrocarrilero, pero es aún más difícil, considerar que los ferrocarriles hubieran funcionado, como lo hicieron, sin la existencia del telégrafo. Una relación fundamental, que no ha sido debidamente ponderada por la mayoría de los historiadores mexicanos en la historia del siglo XIX, destacándose siempre, la importancia que ha dado al ferrocarril.

El general Francisco Z. Mena, "el gran constructor del telégrafo", se retiró de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas en 1907, dejando cerca de 50 mil kilómetros de líneas instaladas y numerosas oficinas inauguradas en el país; 33 de las cuales, ofrecían servicio las 24 horas; 12 brindaban servicio "prolongado"; 323, servicio ordinario y 6 servicio "limitado", que en total hacen 379 oficinas telegráficas.

En la perspectiva de los hombres de fin del siglo XX, pasada la crisis de los ingresos federales por la caída de los precios petroleros en 1983, con la cual dio inicio en México, bajo el gobierno de Miguel de la Madrid, la Reforma del Estado; se puede apreciar que: si en el siglo XIX, se hubiese concesionado el ferrocarril, con el triunfo liberal,  junto con la explotación del servicio público del telégrafo, no hubiese sido necesario para la Federación, construir toda una infraestructura paralela en la segunda mitad del siglo XIX, con tantos ataques y accidentes, duplicando gastos de operación, con cargo al erario público, volviéndose obsoleta la red a principios del siglo XX. Para bien o para mal, la perspectiva mesoamericana "federalizadora" de tendencias centralistas de los mexicanos de finales del siglo XIX, era otra. En el siglo XX, se pronunciara esta tendencia centralista, agobiando hasta el extremo a la hacienda pública...

El 30 de diciembre de 1878, el gobierno otorgó el primer permiso a Alfredo Westrup y Co., para instalar una pequeña red telefónica en la ciudad de México, apenas dos años después de que Alejandro Graham Bell, patentara su invento en el Centenario de la Independencia norteamericana, celebrado en Filadelfia. Puede parecer sorprendente esta actitud misoneísta del público metropolitano. La novedad de un sistema maravilloso como lo es el teléfono, parecía ser despreciado... Cuando empezó la telefonía, era un grupo de objetos reunidos con cierto arte, más que con el criterio utilitario posterior. Tenía uno que gritar y repetir varias veces el nombre propio para ser reconocido, lo que raras veces ocurría.

La posibilidad del gobierno de poseer una red federal de líneas telefónicas, no fue realidad sino hasta después de muchos años. El 23 de diciembre de 1947, pasada la segunda guerra, al inicio de la "modernidad civilista", que deja atrás un largo pasado militar, nació la empresa Teléfonos de México, S.A., de capital mexicano, que fusionaba las instalaciones extranjeras. Fue el 16 de agosto de 1976, coincidente con la devaluación del peso y en el arranque del "boom petrolero", que el gobierno federal, bajo el gobierno de Luis Echeverría, estuvo en condiciones de convertirse en socio mayoritario de la empresa; privatizándola nuevamente a finales de los años 80, bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, después del crack de la Bolsa de Valores de 1987, momento culminante de la crisis de dependencia financiera nacional de la "economía mista", al llegar el coeficiente de endeudamiento en los linderos del 90-104% del PIB, después de no haber representado no más de 0.15% en 1961, al inicio de la "Alianza para el Progreso" (ALPRO).

III y última Parte- miércoles 14 de febrero de 2001.


La narración prolija de la intervención del telégrafo en la Revolución Mexicana, no cabría en un volumen completo, menos en una síntesis como ésta. Fue tan extensivo su uso, que prácticamente en todas las acciones importantes de la larga lucha tuvo participación. A lo largo y ancho del país, el telégrafo y los telegrafistas estuvieron presentes; en cada negociación, en cada batalla, avances o retiradas; "la voz y el oído del tren militar" le llama Fernando Benítez en "El Rey Viejo".

Durante la revolución mexicana, el telégrafo y los telegrafistas son instrumentos estratégicos de los cuales ningún general podrá prescindir, como lo ha señalado Friederich Katz, la toma de Zacatecas, el rompimiento entre Villa y Carranza, en plática telegráfica, tipo chat de Internet y el telegrama alemán "Zimmerman" en 1917, enviado en clave a Carranza e interceptado por los ingleses, que determinó la entrada tardía de los EEUU a la 1er guerra mundial, son ejemplos de ello. No obstante, sus redes de líneas y postería fueron uno de los blancos principales de los ataques. Uno a uno, los postes de la Red Federal irán cayendo; trecho a trecho, el cable será arrasado por kilómetros, enganchando muchas veces a una locomotora en marcha; tomados los aisladores de los postes como blanco de tiro, para diversión de la tropa alcoholizada. Es en 1911, cuando la Red Federal sufre mayores deterioros a causa de manos enemigas. Dadas las características del poste telegráfico, fue además un excelente soporte para colgar a centenares de prisioneros de todos los bandos. Y el cable, claro, usado como soga. Madero anunció para contrarrestar dichos ataques, que "con la radiotelegrafía ya no eran necesarios los postes y los cables", con esa noticia disminuyeron notablemente los ataques a las líneas.


EL GREMIO TELEGRÁFICO Y "LA RAZA DE LA HEBRA"


El primero de febrero de 1933, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, en medio de la suspensión de pagos generada por la "gran depresión", decidió unir en una sola las Direcciones de Correos y Telégrafos. "Este acuerdo tan importante que significaba grandes economías para el Erario -se informó- se traducirá también en mayores facilidades para el despacho y para los intereses del público, fue dictado por el presidente Abelardo L. Rodríguez, en el Acuerdo con el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, general Miguel M. Acosta". Ya en el gobierno de Obregón, ya desde el mes de noviembre de 1923, había elaborado un proyecto de fusión.

Los telegrafistas, sintiendo afectado su orgullo al quedar supeditados al antiguo director de Correos, al considerarse técnicamente superiores a los trabajadores postales, solicitaron al presidente que se suspendiera provisionalmente la fusión, argumentando "que los propios telegrafistas, mediante una comisión, estudien con conocimiento de causa las economías que razonablemente pueden hacerse en su propio ramo..." Entrevistados los telegrafistas, afirmaron no estar en desacuerdo con la fusión, como ya habían advertido, sino "con el procedimiento", por la forma en que se ha iniciado esa operación...

El presidente Cárdenas, quién tomó el gobierno en diciembre de ese mismo año, mantuvo la fusión de los servicios, siendo hasta la administración del presidente de la República, Gral. Manuel Avila Camacho, en 1942, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en que se separaron nuevamente, buscando la especialización de estos servicios públicos, después de un memorable movimiento telegrafista; por lo que el día del telegrafista, se conmemora el 14 de febrero, de ahí la publicación de este ensayo conmemorativo.

A la luz de la historia, en una época en que era frecuente oír hablar de "la raza cósmica" o de "la raza aria" o del lema de la Universidad Autónoma de México, "Por mi Raza Hablará el Espíritu", se puede observar que "la Raza de la Hebra", como se autodenominaron los telegrafistas en ese movimiento, utilizaban frecuentemente el saludo ¿qué pasó razaaa...?; Equivocó prácticamente todas sus acciones; Como lo ha señalado Leopoldo Noyola, historiador del movimiento telegrafista: insistieron en hablar con Calles, en vez de haberlo hecho con el presidente Rodríguez, lo que permitió a las autoridades ganar tiempo y confundir más las cosas. No actuaron con inteligencia; no se asesoraron debidamente; escogieron a Almarás en lugar de Lombardo Toledano, para que los representase". Utilizaron el chantaje sentimental y cierto tono melodramático, ya que el principal argumento era: "nosotros los telegrafistas, que dimos nuestra sangre en la Revolución"; no planificaron en absoluto su huelga, paro, o como quiera que se le tenga que tipificar, por lo que, jurídicamente, en efecto, como lo catalogaron todos los medios de comunicación en la época, su movimiento fue ilegal. Iniciaron "la huelga" el 14 de febrero, un día como hoy -acaso unas horas- antes de recibir el pago de su quincena, por lo que, a unas cuantas horas de huelga sus recursos empezaron a flaquear, como se advirtió en la colecta para enviar representantes a Cuernavaca, que con apuros se pudo completar. También, esos exacerbados ánimos triunfalistas que mantuvieron todo el tiempo, fue un elemento nocivo, pues afectó el celo personal de los funcionarios encargados de "dialogar" con ellos y cambió el curso de la lucha, de un plano estrictamente laboral, que miraba la eficiencia del servicio y los intereses del público y la Secretaría (es decir, de México), a otro de celos y rencores que culminó con la satanización de aptos y valerosos telegrafistas que por sus cualidades de líderes, fueron los primeros en quedar sin trabajo. Por último, la presencia de militares en los puestos máximos de la administración, fue el pretexto para elaborar discursos de "obediencia", "respeto a la patria", "disciplina" y "traición", que los puso con la espalda contra la pared.

El año de 1942, es muy significativo en la historia de México, de los telégrafos, de las telecomunicaciones, como de muchos otros aspectos, ya que es el año en que nuestro país se incorporó al grupo de los aliados contra los países del Eje, formado por las capitales Berlín-Roma-Tokio, e ingresó en la Segunda Guerra Mundial, motivo por el cual, Estados Unidos transfirió a nuestro país buena parte del equipo militar que utilizó México en el conflicto y que pudimos ver desfilar durante muchos años el 16 de septiembre; así como, tecnología moderna: El Radar, el Loran y el Chorán, que en esa época sólo eran conocidos por Inglaterra y EU.  Por esa alianza en la segunda guerra, EU le condonó a México las 4\5 partes de la deuda que venía renegociando en los llamados "Tratados de Bucareli", desde la gran depresión de 1929-1933 (fusión de los telégrafos y los postales) en que se había suspendido el servicio de la misma, buena parte de la cual, se había generado fundamentalmente por las reclamaciones extranjeras en la etapa armada de la Revolución Mexicana; se firmó el primer tratado de braceros entre México y los Estados Unidos; asimismo, se acordó la exportación de goma (droga) de México hacia el frente.  Fue así que en ese año, el Gral. Manuel Avila Camacho separó el 2 de mayo nuevamente los servicios postal y telegráfico y creó la Dirección General de Telecomunicaciones, hechos que reflejan la importancia estratégica que tenía el reforzamiento del ramo, en medio de un conflicto mundial de esta envergadura.


LA MODERNIZACION DEL TELEGRAFO. 1950-2000

El plan Miguel Alemán, fue la base que detonó la modernización de las telecomunicaciones como parte del "sexenio modernizador" como se conoció esta administración, ya que con ella concluía la larga "era militarista" iniciada con Agustín de Iturbide, la "etapa armada" de la revolución, había concluido en 1920 y la "etapa de reconstrucción, había terminado con la guerra. En EEUU el Congreso en cabezado por George Washington, logró subordinar el ejercito al Congreso, aqui se coronó al centralismo que ha marcado la historia del México contemporáneo y que marca la exegesis de la eterna astringencia financiera y crisis de endeudamiento  del Gobierno Federal ...

Para 1954, con el propósito de mejorar los servicios telegráficos y telefónicos públicos, se adquiere el primer equipo de microondas de manufactura francesa. Se empezó entonces a construir la ruta de microondas de occidente. Esta ruta de microondas fue la primera que se instaló en América Latina.

Por su parte, el servicio telegráfico internacional, desde 1879, había quedado en manos de las compañías Telegráfica Mexicana y Western Union Telegraph Co. Este servicio fue nacionalizado por la Dirección General de Telecomunicaciones durante la gestión del Ing. Miguel Pereyra Vergara en 1949, año en que se crea el Departamento de Servicio Telegráfico Internacional. Para beneficio de los sectores productivos, la telegrafía privada Telex (Teleprinter Exchange) y su revolucionaria modalidad de conmutación de circuitos basado en técnicas analógicas, comienza a funcionar el año de 1957, en el que se lanzó el Sputnik soviético, considerado como uno de los momentos más críticos de la Guerra Fría, no sólo tembló en México...

En 1962, Bell Telephone lanzó el primer satélite activo de comunicación, el TELSTAR, John f. Kennedy realizó la 1¦ comunicación telefónica vía satélite, En México, los resultados del Programa Nacional de Telecomunicaciones 1965-1970, conectados al Plan de Acción Inmediata 1962-1964, fueron productos de la Alianza para el Progreso (ALPRO 1961), mantuvieron un ritmo general de desarrollo y evolución paulatina, que se puso de manifiesto en la celebración de los XIX Juegos Olímpicos en 1968. Del 12 al 27 de octubre de ese año, más de 700 millones de personas de aproximadamente 60 países, siguieron la trayectoria de las justas deportivas. Desde México se realizaron transmisiones de señales de televisión, radio, telegrafía y radiotelefonía. Se arrendaron circuitos telegráficos punto a punto, y para la canalización internacional de señales de audio; se proporcionó el servicio programado de telefonía, así como la conexión temporal de abonados del servicio de telex.

Dado el acelerado crecimiento demográfico y la centralización de las principales actividades económicas en la ciudad de México, como parte del programa 1965-1970, se construyó la Torre Central de Telecomunicaciones, que funcionaría como sede de la Dirección General de Telecomunicaciones de la SCT.


EL SISTEMA SATELITAL MEXICANO


La génesis del sistema de satélites mexicanos, data de finales de los años 60. Los primeros años de la década de los 80, fueron de búsqueda de capacidad en algunos satélites extranjeros, de modo que a mediados de 1981, se empezó a rentar espacio en tres satélites: 2 del consorcio Intelsat, para comunicaciones nacionales e internacionales, y el norteamericano Westar III, para cubrir las emisiones de la televisión mexicana a ciudades del vecino país del norte.

En medio de una atmósfera de júbilo y expectación, fue lanzado en la Administración de Miguel de la Madrid Hurtado, el Morelos I, el 17 de junio de 1985, desde el Centro Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, por medio del transbordador espacial Discovery, y el 29 de agosto de ese mismo año, inició finalmente sus operaciones al enlazar la casa en donde naciera José María Morelos y Pavón, en Morelia, Michoacán, y la Torre Central de Telecomunicaciones de México, D.F. Cinco meses después, el 26 de noviembre del mismo año, despegó el transbordador Atlantis, con el Morelos II, y el Dr. Neri Vela, como uno de los siete tripulantes, encargado de llevar a cabo experimentos de germinación de semillas, reproducción de bacterias, verificación de técnicas de electropuntura y fotografía del territorio nacional.

En 1989 se tomó la decisión para el emplazamiento especial de un nuevo satélite nacional, que por acuerdo del Ejecutivo nacional sería denominado "Solidaridad". La saturación del Sistema Morelos, apresuró la autorización para la realización inmediata de las gestiones con el fin de iniciar el proceso de licitación del Sistema de Satélites Solidaridad, lanzados en el periodo transexenal de Carlos Salinas de Gortari, 1993-94, con lo que se iniciaba la sustitución del Morelos I y II.

A partir de 1989, el Organismo Telecomunicaciones de México, bajo las siglas de TELECOMM, agrupa a la antigua Dirección General de Telecomunicaciones así como a la Dirección General de Telégrafos Nacionales, por lo que opera no solamente los sistemas instalados para atender la demanda de telegramas y giros, sino un gran número de redes como las oficinas telegráficas y agencias COTEL, la Telegrafía Satelital (TELSAT), FAX público, SIGITEL, TELEPAC (TELDAT), TELEX, EDUSAT, RURALSAT, brindando servicios como el de telegramas nacionales e internacionales, giros nacionales, giros internacionales, transferencias "Dinero en Minutos", fax público y privado, cobranza de servicios Telmex y CFE, pago de nómina CONAGUA SEMARNAP, SEP; así como entrega de apoyos en las zonas rurales, destacándose el 42% de ellas, donde no hay sucursales bancarias, como en el caso del PROGRESA o los Créditos a la Palabra.

El 22 de diciembre de 1992, se canceló oficialmente el Sistema Morse del Telégrafo Mexicano, en las oficinas de la Central de Telégrafos en la Calle de Tacuba #8, a 141 años de distancia del envío del primer mensaje telegráfico en 1851, justamente al mismo destino del primer telegrama, desde Nopalucan, hoy, De la Granja, en el Estado de Puebla.

En la actualidad conviven diferentes generaciones tecnológicas de medios de comunicación, sin embargo, a futuro se vislumbra que el telégrafo informático, después del Morse y del TELEX, consolidará su presencia en el mercado de los servicios de comunicación y transferencia de fondos. Según el Banco Mundial en su anuario de 1998, México y Argentina reportan 24.6 y 29 computadoras respectivamente por cada 1,000 habitantes, contrastando con las 362 y 408 de EU y Suiza, respectivamente.

Los resultados de operación de TELECOMM hacia el año 2000, bajo la Dirección General del Ing. Carlos Mier y Terán O., registran avances significativos, sobre todo en el terreno de las transferencias de fondos y giros telegráficos. Los telegramas nacionales entre 1989 y 2000, han disminuido 48.6%, al pasar de 7.1 a 3.65 millones. En cambio,  los giros telegráficos nacionales, aumentaron 202%, al pasar de 8.6 millones en 1989 a 26.1 previsto para el año 2000. Igualmente, la globalización de la economía mundial ha impulsado el crecimiento anual del saldo de transferencias en cuenta corriente por las remesas de los mexicanos en el exterior, el cual se ha multiplicado, reflejando el crecimiento del envío del dinero por este medio a través de los giros internacionales".


EPLOGO


El 13 de noviembre año 2000, se conmemoró el 150 aniversario del primer mensaje telegráfico en México de Nopalucan de la Granja, Puebla, TELECOMM promovió la emisión y cancelación de una estampilla postal, en la cual se puede ver a la imagen de Samuel Morse, la de Juan de la Granja y la de un telégrafo Morse.




Entrevista Canal Patrio TV Internet. del 26 de junio de 2014.
https://www.youtube.com/watch?v=ww7am3HpCAc

1 comentario:

Muchas Gracias por los comentarios, si es posible,. les contestaré. Al