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miércoles, 12 de enero de 2011

Salarios, Sucesos y Sucesiones: 1940-1993.

Salarios, Sucesos y Sucesiones. 1940-1993.

(Este ensayo es de 1993)

 

A José Agustín


El salario mínimo en México, es una institución que surge poco antes de la 2a Guerra Mundial, como producto de la gran depresión de 1929-1933, con el mejor ánimo de los nacionalismos de la época como el keynesiano, Roosveliano, Cardenista, Gómez Moriniano, Lombardista y Cetemista de aumentar el consumo en el mercado interno de una economía tradicional, predominantemente de subsistencia, ya que el mercado externo se encontraba, fuertemente protegido, en el decir de Antonio Carrillo Flores, en medio de una "guerra de aranceles.

El nivel del salario mínimo es como muchos otros indicadores, un termómetro de la situación económica y social que guarda un país en particular; sin duda, pero también lo es, en el caso de México, de la situación política que se atraviesa en cada cambio de gobierno. sobre todo cuando se logran acumular tensiones en el ánimo general de la población por efecto directo de la disminución en las posibilidades de empleo y de consumo en la población económicamente activa, así como, cuando la reducción en la capacidad adquisitiva de las remuneraciones al trabajo, se dan como oferta política (sangre, sudor y lágrimas) de manera prolongada, acumulando presiones y enconos que se presentan regularmente con reclamaciones y facturas políticas, a la hora de la sucesión presidencial. Como ejemplo puede citarse el discurso del Presidente Salinas en 1990, en el primer bienio de su gobierno,  frente a la Asamblea de la CTM.


                                        "El que a buen árbol se arrima, que se cuide                                                                        de los perros, de las perras, de los pajaritos, de los mosquitos, de las hormigas como

de los rayos".

La sucesión presidencial, es el relevo del poder, es un hecho recurrente, sexenalmente, constante y por lo tanto es un suceso histórico, objetivo, que está ahí, estacionado en el tiempo, estudiable, observable, pudiendo recurrir a él cuantas veces sea necesario. Por qué, bueno por que la historia no solo nos construye y explica, también nos condiciona, nos determina; entonces tratar de algo que nos está sucediendo hoy, y que va a afectar la vida cotidiana de los próximos 6 años, que no solo serán los últimos de este siglo, sino quizás los últimos años de muchos mexicanos, es un suceso importante, que se presenta como fundamental, comentarlo, cuestionarlo, apuntarlo y vivirlo colectivamente, para lo cual hay que ensayar de escribirle y publicarlo.

Tomar los salarios y no otro indicador, como hilo conductor, es relativamente sencillo y útil, sobre todo ahora que está tan debatido el nivel de desempleo del país en las principales ciudades, así como el nivel de las remuneraciones; nada más hay que oír las declaraciones de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) y de los trabajadores de la UNAM, es mas revelador y conocido por los más, amén de que en estos momentos el problema del empleo y del salario es algo que se encuentra en la boca de prácticamente todos los mexicanos, por qué¡ pués porque simplemente se trata de la permanencia o no de una forma de vida, la disolución de muchas familias o bien de la vida y la muerte de muchos mexicanos. El desempleo en el modo de producción capitalista, solo es comparable con los sacrificios humanos del mundo precolombino, ya que en ambos caos es "para que el $ol no deje de brillar".

Como se ha resuelto este delicado asunto en los últimos años, es relativamente fácil comentarlo, si nos auxiliamos con la construcción de la estadística del salario mínimo en México de 1940 a 1993 y su equivalencia en dólares corrientes y dólares constantes de 1981, esto es, restando el porcentaje de la inflación interna de los Estados Unidos de Norteamérica, al efecto me he dado a la tarea de hacer el ejercicio y estas son mis observaciones:


1940-1970

"Como veo, doy"


Al general Manuel Ávila Camacho le tocó ser presidente de México entre 1940 y 1946, durante la segunda guerra mundial, el salario mínimo en dólares constantes (1981=100), pasó de 2 a 5 centavos de US DLR, por lo que creció en su sexenio 150%, en cambio en dólares corrientes pasó de 28 a 39 centavos de US Dólar al día, que significó un 39% de incremento. 

 

A éste crecimiento tan significativo lo explican tres cosas, PRIMERA, la base salarial era muy baja, pues apenas arrancaba el sistema, en un país muy tradicional como atrazado, que se considera estaba entrando al siglo XX apenas en 1940, con un 71.7% de analfabetas;  SEGUNDA, que en 1942, los EE.UU. le condonaron a México cuatro quintas partes de la deuda que se venía renegociando desde 1923, con Obregón  que, a raíz de la suspensión de pagos de principio de los años 30 con Cárdenas y del bloqueo interpuesto por EE.UU al país con motivo de la expropiación petrolera en 1938, México, de acuerdo con Robert Freeman Smith, venía negociando la "deuda por reclamaciones norteamericanas por la revolución" desde el gobierno de Carranza en 1917 y luego se haría con Álvaro Obregón en 1923, en las negociaciones de Bucareli y TERCERA,  las transferencias a México de equipo militar y comunicaciones a título gratuito que, con el mismo espíritu de colaboración de inter guerra, realizó EE.UU a México, permitió, que aunado a un tratamiento de "Nación mas favorecida", le permitió obtener un volumen considerable de inversiones directas para el apoyar el modelo del "proceso de sustitución de importaciones", mayores facilidades para exportar a los EEUU sin desmedro del establecimiento de altos aranceles por nuestras exportaciones, los salarios y el empleo tuvieron entonces una dinámica favorable para la clase trabajadora nacional, particularmente entre los ingresos por exportación en 1943, que representaron el 16% del total de los ingresos federales; Tambien en 1942, se presentó el Acuerdo de Transferencia de goma al frente; se firmó el Acuerdo de Braceros, que en 10 años sumaron mas de 1 millon de trabajadores. 

Ya de salida, el fin de la 2a guerra ofrecía un panorama prometedor que alentaba los negocios con los EEUU, por lo que los gobiernos militares, se vieron sucedidos por los civiles, se hablaba popularmente en "la modernidad", de "la casta de los licenciados", pero en principio por que no, llegaba al poder el hijo de un destacado general veracruzano, quién soportará la herencia  de Ávila Camacho de un incremento en los salarios mínimos de 30% en dólares, que apoyó el recién creado Partido Revolucionario Institucional PRI, con sus tres divisiones o confederaciones la CNC, la CTM y la recién creada CNOP, que dicho sea de paso dejaba a un lado a los revolucionarios militares... 

La administración del presidente Lic. Miguel Alemán Valdés, en estas condiciones, no disponiendo ya del flujo de inversiones directas del período de la guerra, con pocas reservas de divisas y un saldo negativo en balanza de pagos desde el inicio de su gobierno, decidió devaluar la moneda en 1948, al segundo año de su gestión, con lo que el salario mínimo, que había arrancado en 51 centavos de dólar en 1947, para 1952, representaba 39 centavos, con lo cual, había logrado neutralizar el incremento del 30% que le había heredado su antecesor, por lo que, en términos de dólares constantes en su administración, el salario mínimo tuvo un  crecimiento real, de 0%.

Por supuesto, no fué del agrado de las organizaciones sindicales y su oposición se dejó sentir, desde entonces ya empezaban a presentar airadas reclamaciones, que siempre fueron paradas en seco, por ello y a fin de apoyar una sucesión que de suyo se presentaba tensa, por la pretensión, por segunda ocasión, a la silla presidencial del árido americano (coahuilense) General Miguel Enríquez Guzmán, de salida su administración otorgó un aumento salarial, cercano al 60% en dólares corrientes, al pasar el salario mínimo de 39 centavos a 62 centavos de dólar, factura que le cargó a la siguiente administración, del también veracruzano Adolfo Ruíz Cortines.

 

Para Adolfo Ruíz Cortines, quién dentro de su versátil currículum se hacía constar que había pasado 14 años como funcionario  en una oficina de estadística, trató igualmente que su predecesor, de atenuar a lo largo de su administración el peso de los aumentos salariales y el exceso de fin de sexenio alemanista, particularmente del gran aumento al salario mínimo que había tenido que heredarle, con el compromiso de "no aumentar precios"

 

Por lo tanto el presidente Adolfo Ruíz Cortines, siguiendo los pasos que su antecesor, devalúo al 2o año la moneda en 1954; sin embargo, a este espíritu equilibrado se le había acabado el estímulo al empleo que le ofrecía a México "las mieles de la posguerra", "la chamba" de la American Chamber...: la sombra del desempleo reaparecía y la permanente baja en la participación de los salarios dentro de la composición del PIB, le generaron las sonoras protestas de los trabajadores a través de los cada día mejor organizados y fuertes sindicatos, que ya presentaban un compacto frente "charreivindicador" de las condiciones salariales que caracterizaron a toda su administración, con la velada presión del grupo militar que había quedado disgustado con su elección.

A lo largo del "ruizcortinismo", entre 1952 y 1958, el salario mínimo en dólares corrientes disminuyó, al pasar de 62 a 58 centavos de dólar, hay que destacar, que la desconfianza contra el endeudamiento de Adolfo Ruíz Cortines, particularmente del externo, se proyectará hasta la mitad del siguiente sexenio de Adolfo López Mateos, lo que permitió para 1961, que la llamada "deuda vieja" (la negociada en 1914 y renegociada en 1923) estuviera totalmente liquidada" y prácticamente no hubiese deuda y que el coeficiente de deuda nacional representara apenas el 0,15% del PIB, el más bajo de toda la historia del México.

Desde 1957 con el lanzamiento del sputnik sovietico, la situación politica mundial y nacional torno intensa la relación con los sindicatos, al punto que, en esa sucesión presidencial, el candidato no salió de gobernación, sino de la Secretaria de Trabajo, postulando por el PRI al laborista Lic. Adolfo López Mateos, de filiación cardenista, a quién, en esas condiciones y con la oferta del ALPRO,  ya no le pareció tan receloso acudir al financiamiento externo, para financiar los problemas que tenía enfrente. No se puede pensar igual cuando el lobo araña la puerta de casa y le están ofreciendo recursos para calmarlo. Además el "Movimiento de Liberación Nacional" fundado por el General Lázaro Cárdenas le ofrecía un apoyo político importante no solo a la expropiación eléctrica que se promovió en 1960, sino también declaraba abiertamente su apoyo a la Revolución cubana como más tarde al movimiento estudiantil del 68. 

Adolfo López Mateos (ALM), recibió de Adolfo Ruíz Cortines en 1959, un incremento de 12% en dólares corrientes y de 13% al salario mínimo en dólares constantes, dicho incremento obedecía entre otras cosas a que desde 1947, se venía haciendo su revisión cada dos años. Como ya se empezaba a considerar las ofertas de endeudamiento externo de la ALPRO para "apoyar el desarrollo", los mínimos pudieron crecer a lo largo de su sexenio 52% en términos corrientes, al pasar de 1959 a 1963 de 65 a 99 centavos de dólar, sin embargo, como no devalúo la moneda, el aumento en los salarios mínimos en dólares constantes a lo largo de su administración fue de más del 75%, de los mas altos de la posguerra.

Al igual que con Ávila Camacho, el factor externo soportaba la política de salarios del régimen;  Adolfo López Mateos como en su momento, lo fue Felix María Fernández (a) Guadalupe Victoria en la Independencia, dada la astringencia de fondos de la tesoreria agobiada por el anegamiento de las minas, y la excención de impuestos otorgados para dar popularidad a la independencia, más la deuda tabacalera heredada de la Corona,   requirió y buscó dinero del exterior; el crédito le llegó al michoacano Iturbide, así como a partir de 1963, le llegaría la parte fundamental de los crédito del ALPRO al poblano Gustavo Díaz Ordaz, de ahí la formulación del "Plan de Acción Inmediata 1962-1964".

Los aumentos a los salarios mínimos fueron, con ALM, más que proporcionales al comportamiento de la productividad y de la inflación del país, con relativa independencia del aumento en la producción, la cual, ya empezaba a declinar como consecuencia de la recuperación europea y el inicio de su unidad actual, así como el poderoso desarrollo de la URSS y el despegue de Japón. Con la revolución cubana enfrente se dio un gran impulso a la educación publica obligatoria en el medio rural se llevó de 4o a 6o año de primaria.  

 

 

Con Gustavo Díaz Ordaz, la participación de la banca comercial en el fondeo de la Banca Internacional de Desarrollo y la política de la ALPRO, permitieron que a partir de 1963, el salario mínimo continuara recuperándose ya que se consideró como innecesaria realizar una devaluación, lo que continuó sobrevaluando el peso y a la larga arrojó un costo muy elevado a la economía mexicana. 

 

El salario mínimo creció en 1965, primer año de gobierno, 47%, para 1970, había crecido 66% adicional en dólares constantes, en dólares corrientes el crecimiento adicional fue de 73%, pues como se ha mencionado, se continuó sin devaluar la moneda. El crecimiento del salario acumulado en el sexenio en dólares corrientes fue de 95%, en dólares constantes fue de 143%.

El impulso del financiamiento externo, fue definitivo entre 1963 y 1970, para la “modernización del país”, profundizando un modelo de políticas públicas centralizado,  por citar algunos casos relevantes podemos mencionar que con el Plan Nacional Carretero fue creado en 1963, el Organismo Caminos y Puentes de Ingresos, con el Plan Nacional Aeroportuario, se programó en 1964, renovar los aeropuertos en los que operaban equipos de pistón, para que pudiesen recibir a los turborreactores, para lo cual, también nos prestaron; para 1965, ya no corrió en el país ninguna locomotora de vapor, pues se integraba la diesilización generada en la 2a guerra, para lo cual la red si bien no creció, si se tuvo que haber rehabilitado completamente previamente y en forma acelerada, por su parte las tarifas no repercutieron el incremento en la inversión, por aquello de "no aumentar precios", con lo cual la moneda  con Gustavo Díaz Ordaz, continuó la carrera sobrevaluatoria iniciada desde principios de los años 60, con López Mateos.

En 1968, se introducía la primera línea del metro a la Ciudad de México. El perfil del país registraba cambios substanciales ya era muy proxima la proporción de población urbana  con la rural, el régimen se había comprometido a un "desarrollo sin inflación", pues el financiamiento externo corregía el hueco del déficit fiscal por el rezago tarifario, la sobrevaluación de la moneda y los subsidios indiscriminados continuaban.

La juventud que vivió esa época, dentro de la que me incluyo, fue en realidad una juventud privilegiada, desde finales de los años 80,  gobierna este país; disfrutó de prerrogativas que no han conocido otras juventudes en la historia de México, libros, transportes, buenas escuelas públicas, olimpiadas, edecanes fresas en "el destape" de México que se transformaban rápidamente en manzanas", aún no había SIDA, el dólar continuaba aún en $12.50 desde 1954, no se presentaron problemas laborales significativos que inquietaran a esa administración, la población de la Ciudad de México no era  mayor de 7 millones de habitantes, el hallazgo más grande, fue el "movimiento estudiantil del 68", que en la opinión de no pocos comunistas mexicanos, se sorprendieron cuando los empezaron a encerrar so pretexto del movimiento. Solo José Revueltas, se reconoció como "causante del multicitado movimiento" y lo guardaron. El asunto fue mucho mas complejo. Aqui una lectura a 50 años, publicada por Acacia entre julio y septiembre de 2021: https://ensayosalbertooliver.blogspot.com/2018/10/el-mito-del-movimiento-estudiantil-de.html

La generación 1966 de la UNAM, es una generación de "irregulares" pues los de prepa pasaban a tercer año, por ello el 80% de los estudiantes por lo menos, eran del interior de la república, sin Televisión; hay quien afirma, al ver la actuación del CEU en 1987-1992, que ahí se presentó la relación combinada de la "ruralización y rabanización churumbela" de la UNAM...  

 

Buena parte de los jóvenes, le dedicaron tiempo completo al movimiento y pudieron tener buenas razones, la ciudad les era aunque generosa, un tanto desconocida, y las activistas de los comités de huelga eran jóvenes, agradables y solidarias en las guardias y pernoctas, que les hacía muy agradables, muchas de ellas también de provincia no tenían muchos frenos a su juventud. Ello debe de integrarse a la "fortaleza y debilidad de la UNAM".

En esa época, el que no era Marxista-leninista, era estalinista, trotskista, castrista o maoísta, habíanos mayoría de liberales embrionarios sin mucha formación política. En la actualidad (1993)  18 años después, a la "caída del estalinismo", las líneas de formación remanentes que más predominan, todavía en los compañeros universitarios  de esa época son necesariamente una mezcla de retoños churumbeles, trotskistas y castrista-maoístas con algún aderezo cualitativo de estudiantes del exterior, los demás, a la caída de la URSS, Retes los metió en un film y los convirtió en "el bulto"... la estampida a la izquierda del 68, parece ahora regresar al centro.

Quizás por ello, el Presidente de la República testó por nota, a favor de Luis Echeverría Álvarez, entonces Secretario de Gobernación, aunque después personalmente declaró que" se había arrepentido de esa decisión", sin embargo, lo hizo por que consideró que era un funcionario tan centralista como él, quién más había tenido que ver con el movimiento estudiantil, por la propia naturaleza de la Secretaria de Gobernación, como en su oportunidad lo fuera la de trabajo en la sucesión del 57 por su relación con los movimiento laborales de los sindicatos.

Para finalizar con esta primera parte, el salario mínimo continuó creciendo con Gustavo Díaz Ordaz para llegar a 1.93 dólares diarios; De haber realizado una devaluación en 1965, entre el 40 y el 100%, para hacer pasar al dólar de $12.50 a $17.5 o $25.00 en 1965, hubiera sido recomendable para que el salario en términos reales mantuviera el poder adquisitivo del Lópezmateismo o bien creciera poco más de 45%, al no devaluar Díaz Ordaz, permitió que el crecimiento en el consumo soportado por el crédito público, se disparara creciendo el salario mínimo 143% en términos reales. La deuda alcanzó a finales de los setenta más de 4,000 millones de dólares, cifra sumamente importante, para ese país, en esa época, traerla a valores actuales es revelador.

Para ponderar éste acertó, baste decir que, si se actualiza esa cifra con la tasa de inflación interna de los EE.UU. y se le aplica la tasa prime año con año, llegaremos a 1992, a una cifra equivalente al saldo de la deuda externa documentada al 31 de diciembre cercana a los 80,000 millones de dólares, ese seria el valor presente de la deuda en 1970.

SEGUNDA PARTE.

 

 

El primer año de gobierno de Luis Echevarría, el salario mínimo creció en dólares constantes 21% y en dólares corrientes 15%, ello fue posible por que se siguió sin ajustar la paridad cambiaria, misma que en términos de una mínima ortodoxia, debió de haber sido modificada por lo menos desde 1965.

Quiero hacer un alto aquí, ya que me parece muy importante señalar que la serie de observaciones que se han realizado, no son con un ánimo recriminatorio a las entonces autoridades monetarias y financieras del país, sino que, el interés fundamental se cifra, en explicar el proceso de formación de la crisis actual (1993), de como es que los mexicanos hemos podido llegar a la situación que hoy nos toca vivir, a fin de ayudar a la comprensión del fenómeno y tomar conciencia de que las soluciones fáciles en el corto plazo, generalmente vuelven más difíciles las soluciones del desarrollo del país y que, es una gran irresponsabilidad no tomar en cuenta las implicaciones en el mediano y largo plazo.

Como los créditos de las instituciones de desarrollo en 1970,aún eran de carácter "atado" (a proyectos de interés norteamericano), el crecimiento real, que registraron los salarios entre 1971 y 1973, fue de 25%, lo cual era ya muy alto, considerando la  la base de la que partían, así como la llamada "atonía" en 1971 y la caída en el crecimiento del producto interno bruto PIB en ese mismo lapso.

Pese a ello y a que la crísis fiscal empezaba a tocar violentamente la puerta en países como Chile en 1973, los créditos "atados" finalmente se liberaban para México, con la única garantía de las reservas petroleras, ya no había prácticamente reservas de oro para entonces. El patrón oro, de paridades fijas, había pasado a la historia y se iniciaba el sistema de paridades flotantes justo entre 1971-1973.

El mantenimiento de la paridad monetaria y el crecimiento de recursos del exterior y su liberación, son elementos que permitieron que la deuda externa pasara de 4,000 a 20,000 millones de dólares entre 1970 y 1976, ello posibilitó el aumento del consumo en una sociedad predominantemente de subsistencia, se aumentaban los salarios en el país, sin una lógica contrapartida en la productividad por hombre ocupado, las importaciones se disparaban.

Entre 1971 y 1973, el aumento del salario mínimo fué de un 25% en términos constantes y de 19% en términos corrientes, ello por que en 1973, la inflación con el inicio del sistema de flotación,  se comenzó a dispararse más que proporcionalmente en los EE.UU que, en México. 

 

Sin embargo, la liberación de los créditos atados a partir de 1973, permitió que se acelerara el flujo de remesas del exterior y el salario mínimo creciese 172%, en dólares constantes y más de 100%, en dólares corrientes. Porfirio Muñoz Ledo sería Secretario de Trabajo de 1972 a 1975,

El salario mínimo en el México de Luis Echeverría, medido en dólares pasó de 2.23 dólares en 1971 a 5.37 dólares en 1976, con ello, en toda su administración, creció 140% en términos corrientes y 250% en términos de dólares constantes, entonces la tasa de inflación en los Estados Unidos, se había disparado desde 1973 y prácticamente no se había ajustado el tipo de cambio, sino hasta agosto de 1976. La tasa de crecimiento de los salarios fue sumamente superior a la alcanzada por la producción nacional de bienes y servicios, incluso el déficit en balanza comercial no se pudo neutralizar ni con la devaluación de 1976, ello quiere decir que el peso redujo su sobrevaluación, pero siguió sobrevaluado, por lo que se continuaría con déficit comercial hasta el año de 1981, ya que en 1982, se empezó a ajustar el tipo de cambio y apareció en ese año el primer superávit comercial que desde 1949 (con la devaluación de 1948) no se registraba; por su parte, la cuenta corriente, arrojó un superávit en 1983, que desde 1955 no obtenía. Todo ello era posible gracias al ajuste del tipo de cambio, que empezó a aumentar su flotación a partir de 1982 con Miguel de la Madrid Hurtado,antiguo funcionario del ramo hacendario desde los años 60 y que sabía perfectamente del comportamiento economico nacional. 

Con los créditos liberados en 1974, y los yacimientos petroleros "mas grandes que los del Golfo Pérsico" según declaración de los green-gos para presionar a la OPEP, Luis Echeverría Álvarez pudo posicionar, a diferencia de sus predecesores en los procesos de la sucesión del poder, a su amigo de toda la vida, su "hermano"  José López Portillo de quién ya se ha dicho se dedicó mas a reinar que a gobernar.

 

Matemos a todos los hijos de la chingada¡¡

"La solución somos todos" 1974

 

El ABC de la "eficiencia y la eficacia"

La sucesión fue más o menos clara, desde 1974, al ya nombrado Secretario de Hacienda, en lugar del Lic. Hugo B Margaín,  se le publicitó ampliamente, después de la tradicional Convención Nacional Bancaria en Acapulco, "su ida al campo simbólicamente en guayabera", para atender personalmente las necesidades de crédito del campesinado. Para 1975, fué el único candidato a la presidencia, los demás partidos no presentaron ningún candidato..." Sonría que ya se va Echevarría"... los chistes buenos y malos pulularon en éste periodo, particularmente del sector de relaciones exteriores.

Tanto había sido el crecimiento de los salarios mínimos con Luis Echeverría que, el primer año de gobierno de JLP, el salario mínimo decreció 21% en términos de dólares constantes, era la primera vez, en la historia de las sucesiones civiles en México, que ello sucedía.

Como que se reconocía, que había habido excesos con LEA; la propuesta de "Reforma Administrativa" pretendió en voz de Alejandro Carrillo Castro, "deschatarrizar" al Gobierno Federal y su ya dilatado aparato Paraestatal, para "administrar la abundancia". 

 

Sin duda hubo buenos propósitos, sin embargo, la oferta persistente de los créditos externos "de largo plazo" (hasta 1978), el aumento sorprendente de la dinámica económica, el crecimiento de la producción, así como de la eficiencia de la oferta instalada y su aparente rezago frente al inusitado crecimiento de la demanda, generaron que hasta el deficiente y deficitario esquema de rutas y de administración de AEROMEXICO, que ya era mucho decir, arrojara números negros, no por una gran dirección, sino mas bien a pesar de su director general Pedro Vazquez Colmenares, quién al subir la demanda en los vuelos que antes se ofrecían con pérdidas, le ganó irse de gobernador a Oaxaca. "Suerte te de Dios y lo demás nada te importe..." 

 

Por supuesto que en 1979, los apremios de los sindicatos impulsaron el sobredimencionamiento de las prestaciones, lo malo fue, que la oferta de créditos de largo plazo se reducía y muchos proyectos se financiaron con créditos de corto plazo, más caros,  lo cual les hacía mas oneroso en el costo financiero, amén de su dudosa viabilidad financiera, la caída de la demanda fué el evento siguiente y Zas, agua fría, aumentaron las tasas de interés y se cayeron los precios de las materia primas y precios del petróleo; ante lo cual, pareciera que JLP ya deseaba aventar la toalla desde 1981.

El aumento salarial del "10%, 20%, 30%" que se otorgó a los tabuladores ese año, fué una decisión tomada un poco sobre las rodillas que causó grandes estragos en muchas empresas, sobre todo de aquellas que ya hubiesen acabado su revisión contractual antes del anuncio del aumento salarial del "10,20,30" como la "Ruta 100" de transporte urbano en el DF y que tuviesen que pagar el aumento a la burocracia anunciada generalmente con motivo del informe presidencial (el llamado día del Presidente) que entonces era el 1o de septiembre.

“Presidente que devalúa, se devalúa”.

José López Portillo.

 

En esta dinámica y con una política monetaria que, prácticamente mantenía la paridad constante en los primeros cinco años (1977-1981) de "la administración de la riqueza", el salario mínimo en término de dólares constantes creció más de 200%, crecimiento que continuaba soportándose substancialmente en base al sector externo, acumulándose al crecimiento real del 246% de LEA, el 66% de GDO, y al 76% de ALM.

1982, fue un año muy critico para el país, la tendencia en la caída de los precios de las materias primas mexicanas en el exterior iniciaban continuaba y con ello las posibilidades de seguir financiando el "crecimiento sin inflación", los salarios y con ellos el consumo iniciaba entonces la estrepitosa caída que llega a nuestros días. 

 

De ahí dio pasó a la historia en 1982, el nacimiento de la cara dura del neoliberalismo, junto con la fuerza de arranque de los cultos y nuevas devociones a "San Malverde", la Santa Muerte, San Juditas Tadeo, Victor Victoria  y en alguna manera se enmarcaba el éxito del thriller de Michael Jackson. 

La nacionalización de la banca representó al mismo tiempo el clímax y el estertor de un modelo centralista autodenominado en su origen de "desarrollo estabilizador", basado fundamentalmente en el crédito externo. Parecería que en el "juego del cerillo", lo prendió Antonio Ortiz Mena, pero se le apagaba a Jesús Silva Herzog, o bien pasaba de Lopez (Mateos) a López (Portillo).

El salario mínimo en 1982, se redujo 30% en dólares constantes, por el inicio del ajuste a la política monetaria, a pesar de que en pesos corrientes crecía más del 70%, frente a un decremento del PIB de 0.6%. De cualquier manera, se registraba un nada despreciable crecimiento del 119% del salario mínimo en dólares constantes entre 1977 y 1982. En dólares corrientes fue de 155%.

Tocaba a su fin el optimismo que generaba el espejismo de un modelo centralista (ejidos, electricidad y petróleo) a crédito iniciado 20 años atrás, en base al crédito externo, sobrevaluación monetaria con paridades cambiarias relativamente estables, un bajo nivel de crecimiento de los precios, una producción ineficiente con bajo desempleo, sin preocupación de ser aún autosustentable, un uso indiscriminado e irresponsable de los subsidios en practicamente todos los sectores y un sector Paraestatal ya destacado por ser muy oneroso.

 

La crisis fiscal que se había presentado en toda la América Latina 10 años antes alcanzaba finalmente a México en 1983. De no haber sido por que el país se sacó la lotería, en el juego de los precios del petróleo, lo que le permitió recuperar el crecimiento en la segunda mitad de los setenta, seguramente México hubiese iniciado su programa de reordenación económica y cambio estructural  desde el mismo 1973, casi junto con chile y Argentina, el proceso se orientaba prácticamente en la misma dirección. Se decía que "los mexicanos éramos mucha trucha y que aunque no hiciéramos bien las cosas, nos salían requete bien"...

El cambio que se iniciaba en la economía política para México en 1982, determinó a su vez un cambio en el esquema de la política económica y no al revés, como se ha pretendido interpretar desde 1984, por algunos ex priistas que trabajaron en las primeras líneas de la planeación del Gobierno Federal desde el Plan de Acción Inmediata en 1962 y que ahora (1993) militan en el PRD, las cuales al quedar fuera, reaccionaban, como dirían cínicamente algunos periodistas "sin mi chayo, no me hallo".

El candidato a la presidencia en septiembre de 1981, presentó un perfil diferente al de sus predecesores, era nada menos que el antiguo Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Miguel de la Madrid Hurtado, si bien huérfano de padre desde muy joven, ligado y protegido familiarmente por su segundo apellido a Miguel Fernández Hurtado, un ex-Director del Banco de México; Miguel de la Madrid sabía perfectamente el origen y destino del financiamiento contratado en los últimos 20 años; fué a éste hombre a quién le tocará comandar a la Secretaria de Programación y Presupuesto, justo en la cresta del "boom petrolero" y le generaría que se dirigieran a él como el "oiga hasté", por el gran nivel de gasto que, como secretario, le tocó aplicar y que de alguna manera le apoyó en su carrera a la Presidencia. Pese a ello, me parece que la propia lógica de la crisis, marca el inicio tipo "tobogán" de una nueva época en la sociedad mexicana.

Con MMH, el salario mínimo se redujo en dólares constantes 50% el primer año y 13% más para 1988, como resultado de la caida del precio del petróleo y el necesario  ajuste del "pacto de 1987", o sea la capacidad adquisitiva de los salarios mínimos se contrajo desde entonces en alrededor del 63%, porcentaje equivalente a la proporción del presupuesto promedio del sexenio de egresos de la federación destinado al servicio de la deuda entre 1983-1988, ello como consecuencia lógica de tres hechos fundamentales: 

 

PRIMERO, la caída de los precios de nuestros productos de exportación, SEGUNDO, el estrangulamiento del financiamiento externo de largo plazo, con aumento en tasas de interés y TERCERO el creciente servicio de la deuda, que frente a la caída del producto exigía el inevitable candado de "reducir el consumo interno, para aumentar el stock eventualmente exportable para la obtención de divisas y el pago de la deuda". 

 

El salario mínimo en dólares constantes, pasó de 7.49 en 1981 a 2.45 en 1988 esto es -67%.

El "grupo exportador" alcanzaba con ello, a partir de este momento, en este orden de ideas, una importancia emergente, apenas comparable con la de su antecesor "el grupo constructor", que en los 20 años de vacas gordas a crédito, consumo subsidiado y una sobrevaluación monetaria, representa la exégesis de la tragedia nacional. Las dos décadas ganadas?

Por ello, el candidato a la Presidencia de la República en 1987, Carlos Salinas de Gortari, no solo fue el sintetizador o integrador que en su momento fue el Plan bianual Global de desarrollo 1980-1982, que en realidad sirvió  para calentar motores del equipo para la formulación del Plan Nacional de desarrollo 1983-1988, que ha pasado a la historia como el prolegómeno de lo que se ha llamado en México "liberalismo social", clave de la "modernización" del México de Carlos Salinas de Gortari. 

 

También como Miguel de la Madrid fue Secretario de Programación y Presupuesto, ergo operador principalísimo de la política económica del régimen y también de alguna manera el candidato del grupo exportador más influyente en el país, Nuevo León; grupo que recibió alrededor del 60% de las re documentaciones del Fideicomiso de Cobertura de Riesgos Cambiarios (FICORCA), de los años 80, operado en el BANXICO por el entonces joven politécnico, más tarde Sub y Secretario de Programación y Presupuesto 1987-1991 y Secretario de Educación Pública: último Secretario de Programación y Presupuesto (1991), mañana posible candidato a la Presidencia de la República; en segundo lugar, quedó el candidato del Estado de México Alfredo del Mazo, en tercer lugar estaba Sinaloa con Manuel Clouthier y en 4o lugar Michoacán con Cuauhtémoc Cárdenas.

"El trabajo en equipo ha sido básico", fundamental decía Salinas y aquí puede entrar perfectamente bien aquello a que se refería Lee A Iacoca, cuando contestaba acerca de su paternidad del Ford Mustang y decía que "es difícil decirse el padre del bebé, cuando la mamá ha salido con tantos papás"...

El Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988, de MMH, fue publicado en 1984, desde ese momento se fracturó la clase política que había venido gobernando al país en los últimos 20 años, el cambio implícaba cambios en la teoría y práctica de las finanzas públicas mexicanas, que propuso a la Nación Miguel de la Madrid, requería de "un financiamiento no inflacionario" y eso hoy todavía es cuestionado por  Porfirio Muñoz Ledo y su pandilla,  entonces del Partido de la Revolución Democrática (PRD), después de Morena. 

 

Si bien su posición siempre ha sido a mi modo de ver "no pagar la deuda y listo", posición ingenua dijo Jesús Silva Herzog, a la que yo le añado la de soberbia, y que por supuesto, también comparto, combinación tóxica.

La caída de alrededor del 63% de la capacidad adquisitiva del salario en la administración De la Madrid, se puede apreciar también en la disminución de la participación de los salarios como proporción del PIB, al pasar del 40% en 1981 al 25% en 1992, han hecho que algunas voces hablen de la "década perdida", sin duda alguna al principio de su uso, representa una expresión ingenua, a veces resentida, malintencionada y no exenta de devaneos e irresponsabilidades.

El nivel del salario mínimo en 1993, fue de 2.65 dólares constantes, próximo al nivel alcanzado en 1975 de 2.35 dlrs, año en que había una fuerte oferta de créditos del exterior, recién liberados, contra la garantía del petróleo. La diferencia es que en este momento el país no contempla la posibilidad de volver a expandir su consumo, en base al crédito externo, incluso, tiene que aumentar el volumen de producción "no consumido" para exportar, en condiciones cada día más complejas. Por lo anterior, me parece que el salario en términos reales no pudo crecer por encima de los niveles actuales, no por que no fuese deseable, sino por que tiene pocas posibilidades reales en el estado actual del desarrollo económico del país, con el agravante de la gran ola de desempleo que estamos viviendo, como resultado del excesivo deficit en las cuentas con el exterior, por la sobrevaluación monetaria, la gran explosión demográfica, con todo respeto, de las "vacas gordas", el desafío asiático y la globalización de la economía.


Para el XI Censo de Población y Vivienda de 1990, se contabilizó que el 62% de la población gana hasta 2 veces el salario mínimo, ello significa que un salario mínimo ya para 1990, no tiene el significado que pudo tener hasta 1985 inclusive.

El fenómeno más acusado en el mundo actual, a la caída de la URSS y del muro de Berlín, es el desempleo y con ello, la violencia y el regreso al tribalismo, nos comenta Jackes Attali, ello es sólo comparable, con los efectos de la regresión del poder en Europa a la caída del Imperio Romano y el surgimiento del feudalismo, del que nos narrára hace tiempo, el también francés, Henri Pirenne.

Por ello, en el actual proceso de sucesión presidencial, la economía política de México, es más delicada que la de sus predecesores civiles, pués el esfuerzo nacional de productividad frente al TLC y la globalización, como ya está sucediendo en otras partes del mundo va a generar una continuada presión hacia el desempleo, prolongando y quizás acentuando la disminución en el consumo de las grandes mayorías, como resultado de la necesidad ad nauseum, taediun y fastidium de exportar y mantener el superávit presupuestal de la Tesorería de la Federación, aquí los valores culturales de las economías de subsistencia, como el "ahí se va", tan común en Mesoamérica, tienen y enfrentan su mayor amenaza, podríamos decir que con el avance de conceptos como el de "calidad total" (1990-1994), tienen el tiempo contado, quizás más que nunca antes en su historia.

En la actualidad (1993), el salario mínimo en dólares corrientes es de 4.14 y en dólares de 1981, es de 2.65, la caída en el consumo en estos términos por relación a 1982 es del 50% y la situación económica es sumamente compleja, la social muy delicada y la situación política muy dividida desde 1988, con pérdidas importantes de posiciones políticas para el PRI en varios estados, con gobernadores interinos en quien sabe cuantos.

"Pese a la dominación, la lucha continua...

Manuel Camacho Solís


Ante este panorama, la consolidación del centro se presenta como estratégica para poder intentar la integración política regional, un candidato carismático y hábil que integre a los más, se requiere mas que habitualmente, por ello “parecería” haber sido privilegiado el centro políticamente desde 1988.

Uno de los problemas de la economía mexicana y que la hace muy diferente a otras de la región latinoamericana, es que el sector exportador más fuerte, sea sin duda el transnacional; el nacional y particularmente el del grupo de la ronda de Uruguay es deficitario en granos, el mayor importador del mundo en leche y exportador de materia prima, en bovinos (novillo de 100 Kg.); con costos altos, fuerte dependencia tecnológica y de fármacos en avicultura; con una gran biodiversidad marina, pero de bajo rendimiento, comparada con las especies de las corrientes de clima templado de mayor suculencia; sin duda, los salarios en los sectores exportadores no petroleros, son muy diferentes a los productores de bienes y servicios para el mercado nacional y he ahí el problema, un incremento en los subsidios a las economías de subsistencia y a los salarios en empleos subsidiados, no parece viable en las condiciones actuales, por el propio desafío del desempleo, así como por la necesidad ineludible de que se generen más fuentes de empleo remunerados. 

 

La economía real es hoy, considerablemente más compleja y centralista que la economía subsidiada, a la que ha estado acostumbrada la sociedad mexicana desde 1960.

Si se cuenta con el sector externo, hay dos posibilidades, de financiamiento: UNA créditos directos al gobierno federal (centralista) para generación de obras públicas, esa política esta desechada, OTRA, el arribo de la necesaria, anhelada y demandada en todos lados, inversión directa extranjera, bien sea, para exportación o para el mercado interno, ella cuenta con el nivel actual de precios y salarios, leyes e infraestructura para su operación en México, por lo que si bien, no abatirá el nivel de los salarios, difícilmente los podrá elevar, si la mano de obra no está preparada en términos competitivos, ya que el ejército industrial de reserva es alto.

"Si no somos capaces de superar nuestros 

errores y reconocer nuestros equívocos, 

somos entonces incapaces de adquirir 

cualquier ilustración"

 

El Educador frente al Racismo

Montesquieu

 

Y es aquí también donde hay que poner el dedo en la llaga, si la educación en México no glorifica las virtudes en términos clásicos, exaltando la eficiencia en el trabajo y en la organización y de plano, se ataca frontalmente a los discípulos de los poetas malditos  de siempre,  para quienes como todo paria que se precie de sí mismo "no encuentran nada mas despreciable que a un hombre útil", resabio medieval vano, "ese tipo de estudiantes y maestros inorgánicos, generalmente adictos a diversos estimulantes de manera recurrente y excesiva así como a todo tipo de perversiones, son rencorosos y resentidos, se convierten en eternos lectores de los clásicos, consumidores de lo que produce en el decir de la autollamada izquierda la "odiosa clase media"; no pueden realizar, nada que no sea brillante pero inútil, ninguna operación mercantil les es dable realizar, ni servicio social compatible con su tiempo, por que “les cae el chahuistle”, expectantes, más del beneficio que del oficio, son en muchos casos comunistas autistas consumidores de "arroz", no son los que más contribuyen al desarrollo de la Nación". Siempre serán como dice mi suegra "los burros hablando de orejas". Es mas o menos, el sentido de la reforma educativa llevada adelante por los modernizadores japoneses, en el Japón Meidji en el siglo XIX, al abandonarse el viejo orden feudal, que permitió entrar al siglo XX, sin analfabetas.



"No hay peor lucha, que la lucha libre."

Superbarrio

 

El futuro presidente de México tiene enfrente muchos problemas como es el todavía alto nivel de endeudamiento, el desempleo, la caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población y el problema del déficit en la balanza comercial con el exterior reaparecido desde 1989, por una evidente sobrevaluación del tipo de cambio, solo atenuado por una alta reserva de divisas y un superávit primario de 0.05% del PIB, como resultado de la reducción del gasto emprendida hace ya diez años, por lo que si el actual Presidente de la República dijo, parafraseando a Napoleón, haberse empezado ha preparar para la Presidencia, “veinte años antes de nacer", nos revela una personalidad de salida aristocratizante, "expresión típica de un mexican pilli  topiltzin, es posible, que él que le suceda, se haya empezado a preparar para la presidencia con mucho menos tiempo, nada más que con una precedencia un poco diferente a la de él, de otra precedencia, que sería en términos de quiniela "la chica", lo nuevo sería que precediera de la oprimida moral y materialmente clase media mexicana..., veremos...

Como decía Ibn Jaldun el historiador musulmán del siglo XIV, "no es el desarrollo de las artes y de las ciencias lo que determina la posición social del individuo, sino el que la sociedad le desea conferir, casi el concepto de "seductor" seducido de Severo Mirón". Así es, nadie niega las cualidades de Pedro Aspe, but no body perfect, doesn't it.



"Hola, que tal. Que haces. Nada,

Pero desde temprano, verdad'"

Soldado Chiricuto

 

El salario no puede crecer, si no es con base en nuestro propio esfuerzo; quién, no desea ganar un poco más. La prioridad, desde mi punto de vista debe ser una reforma cultural, con cambios en la Constitución (3º y en la Ley Agraria 1992) que permita favorezca la descentralización de politicas públicas y la generación de más empleos, sin incurrir en el financiamiento inflacionario, la clave puede ser impedir que se consuma más de lo que se produce, para aumentar el ahorro y la inversión; importar menos de lo que se exporta para defender nuestra industria y nuestro comercio, ahí la subvaluación del tipo de cambio, puede ser la clave junto con la exaltación de la eficiencia en el trabajo y el sentido de organización y la descentralización publica de la producción de bienes y servicios, valores propios de la clase media, esquema donde la participación del mercado en la asignación de los recursos toma nueva relevancia, sin embargo, convengo en que no es solo el mercado, ni solo el estado el que puede llevar a buen puerto la asignación de los recursos en una sociedad con tantos y tan contrastantes caracteres culturales y económicos como los hay en la sociedad Mexicana, las soluciones eclécticas están enfrente, el compromiso debe de ser con el sentido común, descentralizar la economía CFE, PEMEX y El Ejido.

Addendum.

Para diciembre de 1994, la paridad del peso, se tuvo que deslizar de $3.22 x 1 dólar a $5.50, con ello el salario mínimo cayó a $ 1.63 dólares (1981=100) casi el nivel que tenía en 1974, antes del Boom Petrolero.

 

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