Jesús Alberto Oliver Rodríguez.[i]
En esta ocasión tocó hacer uso de la palabra al Lic. Jesús Silva
Herzog Flores, quien no necesita presentación, sin embargo, como es habitual,
recordaremos que nació en 1935, es economista mexicano por la UNAM
(Consideraciones sobre la Industria Petrolera y el Desarrollo Económico de
México) con postgrado en Yale University EUA 1960-1962, quien ha sido entre
otros cargos, en 1er Director del el Infonavit, Alto funcionario del BANXICO y
Director del CEMLA, Secretario de Hacienda a finales del gabinete del
Presidente José López Portillo (1982) como desde el inicio del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1983-1986) y
Embajador de México en España. En su oportunidad fue uno de los punteros a la
sucesión presidencial.
Al orador, se le sugirió que platicara de sus experiencias personales
en la economía nacional, a lo cual él respondió que comentaría su experiencia
reciente en un Congreso de Economistas en Cuba, del cual recién acababa de
regresar.
Dio inicio a su exposición mencionando que en los últimos 20 años se
observa en México un estancamiento en el Producto Interno Bruto Nacional (PIB),
así como en el PIB percápita, subrayo que también se ha caído la inversión como
proporción del PIB, que existe un gran rezago en la infraestructura rural y
urbana y que los niveles de salud, educación y empleo se encuentran en sus más
bajos niveles históricos como proporción de la población atendida y
económicamente activa. Señaló que esta situación en un fenómeno generalizado
que se observa en toda la región latinoamericana.
Señaló que si se comparan los últimos 20 años, con el período
1960-1981, observaremos un comportamiento francamente contrastante, ya que en ese período el PIB creció al 6% en
promedio y el PIB per cápita lo hizo al 3%, en cambio en el período 1981-2003,
el crecimiento de ambos indicadores ha sido muy desalentador.
Desde el punto de vista internacional, se han perdido posiciones, ya
que por ejemplo México tenía un mejor lugar que países como España y Corea,
quienes tenían un lugar bastante atrás en los años sesenta. Nada más para
ubicarnos, el PIB per cápita de Corea en
1960, representaba el 23% del de México,
en cambio en la actualidad México tiene un PIB per cápita que representa el 30%
del de Corea, se han prácticamente invertido los papeles.
La gran pregunta es necesariamente ¿por qué se presenta este fenómeno?
Señaló, que la posición internacional de
México, no depende nada más de su actividad, sino también, del desenvolvimiento
de los otros países, con aquellos con que se le compare.
En el caso de la posición de Corea, como el resto de los países de la
Cuenca del Pacífico, ésta se mejoró respecto a México sustancialmente, desde la
modernización de la nueva política económica coincidente con el relevo de Mao
Tse Tung con el arribo de la modernización emprendida por el Presidente Den
Xiao Ping en China, a mediados de los años 70; más tarde, continuo mejorando la
posición de Corea, con el estancamiento observado en los años 80, tanto en
México como en la región latinoamericana que se
señaló al inicio de su intervención.
En el caso de España, el cambio de la posición española coincide con
la muerte de Francisco Franco “El Caudillo” igualmente a mediados de los años
70, y la modernización y la apertura democrática iniciada por el Rey Juan
Carlos de Borbón y el arribo de Felipe González, del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) como primer ministro español. Más tarde vendrían los esfuerzos de
la reconversión industrial en España, como antesala de la inserción en el
Mercado Común Europeo.
En el caso de México, como de la región de AL, el crédito público
representó un acelerador en el crecimiento de observado en los años 60 y 70, de
la Alianza Para el Progreso ALPRO en 1961, al “boom petrolero” 1979-1981; sin
embargo, desde entonces, de manera coincidente con la caída de los precios de
nuestros productos en el exterior, el crédito se encareció, se redujeron sus
plazos de colocación y amortización con
lo que se estranguló su canalización; por su parte, el cambio en el sistema
monetario internacional de “paridades fijas a paridades flotantes”, favoreció
desde los primeros años de los 70, la sobrevaluación monetaria de las divisas
de la región, a lo cual se añadió de manera automática la duplicación de las
tasas de interés internacionales: el Prime pasó en 1973 de 4.30 a 8%, la tasa
LIBOR de Londres, pasó de 4.99 a 9.53%, lo cual generó recurrentes crisis
financieras, económicas y políticas en la región, recordemos Chile en 1973,
Argentina en 1974 y México desde “la atonía” en 1971 hasta la devaluación en
1976; ello impactó fuertemente en la elevación del coeficiente de endeudamiento
(deuda como proporción del PIB) presentando una factura, en condiciones muy
difíciles de pagar para el desarrollo ulterior de México; de manera particular
a partir del año de 1982, ya que impactó severamente en las condiciones de
estancamiento comentadas. Las finanzas públicas desde entonces se han visto
seriamente comprometidas, ello favoreció él capitulo de la descentralización de
la vida nacional iniciado a continuación.
México inició en 1982, cambios estructurales de fondo, cambiando la
lógica de las finanzas públicas que se había seguido en el país por los
gobiernos de la revolución hasta esa fecha. Con anterioridad, primero se
definían las necesidades de gasto público y después las fuentes de
financiamiento, en un contexto de financiamiento externo abundante, sobre todo
en el alemanismo y en los sesenta; a partir de entonces, primero se
determinaron los “ingresos no inflacionarios” y a partir de ahí, se despejaron
las posibilidades de gasto público. Se continuó con una “alocada” ola de
privatizaciones, se entró más por gravedad que por decisión en el llamado
“neoliberalismo” y se abrió la economía; a partir de 1985, México se convirtió
así en la economía más abierta; se dijo, éramos “el mejor alumno del Consenso
de Washington”. El déficit fiscal de México fue en promedio en los años
60, del 5%; en 1982, por el crecimiento del servicio de la deuda, llegó a ser
del 17%; en la actualidad es de menos del 1%; se terminó el 2003, en 0.6%. , Lo
cual contrasta con países de clima
templado[2],
con economías expansivas (léase el choque de las civilizaciones T.
Hunttington), sin economías de subsistencia ni
fuertes contrastes culturales con occidente, quienes presentan un
consumo maduro, y que han podido mantener un desarrollo económico competitivo e
innovador, los cuales como Japón, continuó diciendo, presenta un déficit fiscal
de 8%, los EEUU del 5% y Alemania del 4%.
En México, se han empeñado en bajar el déficit fiscal y la inflación,
nada más en el año 2003, cerro la inflación en 3.9%, pareciera una cifra propia
de camisa de aparador $3.99, para que no parezca de $4.00. También se observa
una tasa de interés decreciente, en la actualidad las tasas pasivas en un mundo
cada vez más globalizado, andan entre 4 y 6%; las reservas internacionales
andan en alrededor de 57 mil millones de dólares, que envidia, en cambio en
1982, cuando le tocó ser secretario de Hacienda, eran de tan solo 400 millones
de dólares. Este panorama es extensivo a casi toda la América Latina, ya que en
su conjunto tiene resultados próximos.
Se hizo la siguiente pregunta: ¿Por que si seguimos las recetas del Consenso
de Washington, los resultados no son favorables?.
Respondió diciendo que había dos corrientes:
La primera de ellas, señala que las reformas fueron
insuficientes, que se requieren reformas de la 2ª generación, continuar con las
privatizaciones, separación de poderes, mantener el equilibrio presupuestal,
etc.
La segunda, a la cual se adhiere, considera que las reformas
tuvieron un sesgo dogmático; por ello, sin apego a la realidad. Señaló que “el
Estado pasó de obeso a enclenque”,
agregaría el de la letra, que el cambio en lugar de perestroika,
se presenta como catastróica.
Nada más, la inversión pública es del 3% del Presupuesto de Egresos de
la Federación, lo cual ha generado el mayor rezago de la infraestructura de los
últimos años, lo cual aunado con el crecimiento demográfico, resulta más
evidente.
“La
economía política, normalmente se considera
como la
forma de orientar
la política económica.”
Sir James Stewart
De la Economía Controlada.
Afirmó que él es de los que piensa que en México, el Estado debe tener
un papel activo y promotor del desarrollo económico. Señaló que tanto en la
India como en China, el Estado se ha significado por jugar un papel activo y
promotor del mismo.
Al referirse al “Tratado de Libre Comercio”, que dicho sea de
paso a sido en todos los casos y sin excepción, promovido por los países
desarrollados de “consumo maduro y con excedentes mercantiles a bajo costo y
procesos competitivos”, más que por los países en proceso de desarrollo;
buscando con ellos “evitar crisis de realización derivadas de proteccionismos y
guerras arancelarias”, como fue calificada la crisis de 1929[3]
en algún momento por Don Antonio Carrillo Flores, también Secretario de
Hacienda con Adolfo Ruiz Cortines, quien quizás con el invaluable apoyo de Don
Rodrigo Gómez, ha pasado a la historia como el mejor Presidente de México en el
siglo XX[4].
Continuó diciendo, el Maestro Silva Herzog que el TLC fue hecho de manera
general y rápida, sin el cuidado que requerían las prioridades nacionales. Por
ello, el aparato productivo ha quedado profundamente lastimado ante una
competencia externa con tecnología moderna y de alto impacto comercial y un
tipo de cambio sobrevaluado[5].
De esta forma, parece que las reformas fueron excesivas donde resultamos más
papistas que le Papa.
“Sin duda, el empleo es la preocupación más
importante de los economistas clásicos”.
John Maynard Keynes.
Pregunto ¿Qué Hacer? A lo que respondió:
Es indispensable dejar de
ufanarnos del “equilibrio macro” frente al “desequilibrio del desarrollo y del
empleo”, como única forma de mejorar el nivel económico de la gente.
Lamentablemente esta preocupación no esta en las ideas económicas dominantes de
los aires políticos actuales. Fox y Gil Díaz, piensan que el desarrollo va a
llegar en piloto automático, por instrumentos..., ello a pesar de que ya han
pasado 20 años sin ello.
A ello, hay que agregar que
habrá que superar el clima político de encono y confrontación que existe entre
los actores políticos, que impide una colaboración adecuada y bien entendida,
entre las facciones parlamentarias de los congresos federales y locales.
Comento que uno de los aspectos más señalados de la actual administración, es
la dificultad para llegar a acuerdos, sobre todo después de llegar al poder
criticando más de 70 años de “ineficiencia y corrupción” y luego tratar de
negociar, dio ejemplos:
1)
El día 1º de septiembre, en el Informe de Gobierno,
dice: “Es necesario llegar a acuerdos y lograr consensos”. El día 2, se
investiga al Sindicato Petrolero...
2)
Los 3 partidos más importantes tiene fisuras serías,
mencionó que es difícil que el PRI se recupere.
3)
El PAN, tiene problemas con el caso de Martha, la
esposa del Presidente de la República.
4)
El PRD, presenta complejos desafíos y
enfrentamientos entre tribus diferentes y, el efecto de Andrés Manuel López,
presenta resultados extraordinarios.
Mencionó que la sucesión
presidencial se ha iniciado y que ello va a distraer las tareas fundamentales,
particularmente para mejorar el ritmo de crecimiento, ello resulta pésimo para
el país. En la actualidad cualquier cosa tiene que ver con la sucesión. Los 3
partidos creen que el 2006 es suyo; ello representa un hito en la historia de
México. Los 3 tienen posibilidades, desde su punto de vista, el que menos
posibilidades presenta es el partido en el poder, el PAN. La grilla ha
comenzado prematuramente a medio sexenio, el desempeño de los próximos 3 años
va a ser incómodo, el 3% de crecimiento no se va a alcanzar, será insuficiente
para aliviar el desempleo, hoy se le ven ventajas al tapado...
Concluyó su exposición
diciendo que ante esta situación, no puede ser optimista, los próximos 3 años
se profundizaran los problemas de desarrollo, insuficiente generación de
empleos y rezago en la infraestructura.
Respondió a algunos cuestionamientos
de la siguiente forma:
Seguimos siendo una economía
con fuertes contrastes, no hemos acertado en la forma de actuar. Señaló que el
crecimiento demográfico nos ganó. Señaló que España, presenta desde hace varios
años, cero crecimiento demográfico, comentó que así es más fácil cubrir los
rezagos y no generar adicionales, resulta más fácil.
Finalmente dijo que
considera que manejar un déficit del 2% del PEF, en el caso de México, puede
ser muy conveniente para lograr la tasa de crecimiento que se requiere ya, para
mejorar el desarrollo y el empleo; puede ofrecer mucho mejores resultados en la
condición económica de la población, que las precarias pensiones a las personas
de más de 70 años, financiadas con gran dificultad para el DF y brindar algún
margen de operación al gobierno de la república en la coyuntura actual.
[1] Desayuno con
Economistas 70, A.C. el día 14 de febrero de 2004., bajo la presidencia de la
Lic. María Alicia Valdés Corral.
[2] Nota de la redacción.
[3] Nota de la redacción.
[4] Nota de la redacción.
[5] Nota de la redacción
[i] De la redacción: Se anexan 3 cuadros de apoyo:
1) PIB per cápita
Corea – México 1965-1988;
2) México: Carga Fiscal y Coeficiente de Endeudamiento
1934-1997;
3) Inflación y tasas
de interés 1969-1988.
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