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domingo, 9 de enero de 2011

El Príncipe. Para Omisos, remisos y olvidadizos. Manual de Reclutamiento Medieval.

Citas de Nicolás Maquiavelo. (1469-1527) Político e historiador italiano.
(El último de los medievalistas florentinos, ideólogo del absolutismo; desdeñado por “el magnífico” Lorenzo de Médicis, de origen griego, quién llegó al poder después de la toma de Constantinopla por los Turcos. Impulsor del renacimiento), con comentarios de Napoleón Bonaparte (N) y algunas adiciones de Confucio, Sun Tzu, Hitler y el Cardenal Masarino, consejero de Luís XIV, el “Rey Sol”.

"La ciencia política, empieza y termina en el
conocimiento profundo de la naturaleza humana"


Adulación. Cuando un príncipe no es muy prudente, carece de tacto fino y juicioso, aparecen los aduladores, de los cuales están llenas las cortes. Es difícil librarse del contagio de la adulación, aun con frecuencia cuando quieren librarse de ella, corren el peligro de caer en el menosprecio. (N) Si no me alaban con ponderación, el pueblo me tendrá por un inferior a un hombre vulgar.

No hay otro medio para preservar del peligro de la adulación, más que hacer comprender a los sujetos que no te ofenden cuando te dicen la verdad. (N) Conciente de ello, pero ¿querrán decírmela? Pero si cada uno puede decírtela corres el riesgo de que te falten al respeto. (N) Más de dos o tres son muchísimos. Para evitar este peligro, un príncipe dotado de prudencia, debe de seguir un curso medio, escogiendo en su Estado a algunos sujetos sabios a los cuales pregunte y sobre ninguna otra cosa (N) Prohibición a estos mismo de abrir la boca, si no son preguntados. Excepto a estos, que le podrán hablar libremente, debe negarse a oír los consejos de cualquier otro, hacer en seguida lo que ha resuelto en si mismo, y manifestarse tenaz en sus determinaciones.

Adversidad.- Un príncipe sabio, no debe de estar ocioso en tiempo de paz, deberá formarse entonces un copioso caudal de recursos que puedan serle de provecho en la adversidad, a fin de que si la fortuna se le vuelve contraria le halle dispuesto a resistirse a ella.

Arte de Gobernar. ¿Se sabe acaso el arte de gobernar, si se ignora que desagradando con poco, es como si se desagradara con mucho? (N)

Amonestar.- Aquél que en cumplimiento de su deber, amonesta con frecuencia a su príncipe, verá como el príncipe le retira su favor; el que amonesta a su amigo, se convierte en un extraño para él (Tse-Yu).

Amigos.- Un hombre noble sabe hacerse amigos en base a su cultura, pero se perfecciona exclusivamente, gracias a sus amigos. Los amigos son en la vida tan importantes como las alianzas en la guerra. La guerra, sin alianzas, quizás tenga alguna posibilidad si se es un hombre fuerte, empero, la vida sin amigos, no tiene ninguna posibilidad, aunque seas un hombre fuerte. (Confucio).

Amor o temor: ¿Que vale más ser amado que temido o temido que amado?. Lo mejor sería lo uno y lo otro, pero esto es difícil. Entonces lo más seguro es ser temido. No depende del príncipe ser amado, “los hombres aman a su gusto” pero depende de él ser temido. “El partido más seguro es ser temido, primero que amado, cuando se esta en la necesidad de carecer de uno u otro de ambos beneficios. (N). Uno puede muy bien ser temido, sin ser odioso, si se abstiene de tomar las haciendas y/o las mujeres de sus soldados y gobernados. Los hombres olvidan antes la muerte de su padre, que la pérdida del patrimonio.

Apariencia: Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.

Armas: Las leyes no pueden ser malas, en donde son buenas las armas.

Hablaré pues de las armas y echaré a un lado las leyes. Pero las armas con que un príncipe cuida su estado pueden ser las suyas propias, armas mercenarias o auxiliares o armas mixtas:  Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas. Si un príncipe apoya su estado con tropas mercenarias, no estará firme ni seguro nunca, porque ellas carecen de unión, son ambiciosas, indisciplinadas e infieles; son fanfarronas frente a los amigos, cobardes contra los enemigos y no tienen temor de Dios ni buena fe con los hombres. Si uno con semejantes tropas, no queda vencido, es únicamente cuando no hay todavía ataque. En tiempo de paz, te pillan ellas; y en el de la guerra, dejan que te despojen los enemigos. La causa de esto es que ellas no tienen más amor, ni motivo que el de su sueldecillo; y este sueldecillo no puede hacer que estén resueltas a morir por ti. Tienden ellas a ser bien soldados tuyos mientras no hacen la guerra; pero si esta sobreviene, huyen ellas y quieren retirarse.

Las auxiliares o mixtas, que se han contado entre las inútiles, son las que otro príncipe os presta para socorreros y defenderos, son infaustas para quien las llama, si pierdes la batalla, quedas derrotado, y si la ganas, te haces prisionero suyo de algún modo.

Concluyendo, Ningún principado puede estar seguro cuando no tiene armas que le pertenezcan en propiedad. El que no esta con gente de confianza, peligra.



Astucia: Jamás persona alguna de humilde estado, ha logrado gran poder, solo por medio de la fuerza, pero sí solo con la astucia (fraude).

Avaricia.- Es también, aquel que tira a enriquecerse con rapiñas, llamamos miserable a aquel que únicamente se abstiene de hacer uso de la que él posee.

Botín.- El príncipe que con sus ejércitos, va a llenarse de botín, saqueos, carnicerías y disponer de los caudales de los vencidos, esta obligado a ser pródigo con sus soldados, por que sin esto no le seguirán.. La única cosa que puede perjudicarte, es gastar el tuyo.

Comprensión.- El que no comprende el sentido exacto de las palabras, no puede comprender a la gente. Termina atribuyendo absurdos...

Cobardía.- Si la cobardía es lo que debe temerse en las tropas mercenarias, lo más temible en las auxiliares, es la valentía.

Como conservar la adquisición de un principado mixto.- En cuanto aquel que hace semejantes adquisiciones, si él quiere conservarlas, le son necesarias dos cosas: una, que se extinga el linaje del príncipe que poseía estos estados; la otra, que no altere sus leyes, ni aumente los impuestos, con ello en brevísimo tiempo, estos estados, pasaran a formar un solo cuerpo con el antiguo suyo.

Constancia: La Habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.

Crueldad.- A un príncipe nuevo, le es imposible evitar la reputación de cruel; Cuando un príncipe esta con sus ejércitos y tiene que gobernar una infinidad de soldados, debe de toda necesidad no inquietarse de pasar por cruel, por que sin esa reputación, no puede tener un ejercito unido ni dispuesto a emprender cosa alguna. (A.Hitler) Si quieres la simpatía de las masas diles las cosas más crueles y estúpidas (A. Hitler, del orador).

Cultura.- Todos los hombre son iguales, la naturaleza los hizo iguales; sin embargo la cultura los hace diferir (Confucio); Maquiavelo agregaría, también, les hace diferir, la cercanía del Príncipe...

Dar: La liberalidad se agota así misma, pues a fuerza de ejercerse se agota.

Deberes.- Las personas permanecen cerca del príncipe, más por sus deberes, que por sus habilidades y destrezas; la productividad marginal, no es lo que le interesa al señor feudal. En igualdad de condiciones, para un empleo o para una promoción, siempre selecciona al que ya conoces. El que especula, puede ganar o perder. (Kun Fu Tse)

Debilidad.- Cuando un Estado monárquico empezó bien, puede mantenerse en él un príncipe débil, pero no hay ningún reino que pueda sostenerse cuando el sucesor de este príncipe es tan débil como él.

Defensa.- Existen dos modos de defenderse: El uno con el derecho el otro con la fuerza. El primero es el que conviene a los hombres, el segundo pertenece esencialmente a los animales; pero como a menudo no basta con aquel, es preciso recurrir al segundo. (N) Es el mejor, supuesto que uno no trata sino con bestias. Un príncipe debe de saber usar a un mismo tiempo una y otra naturaleza, y que la una no podrá durar si no la acompaña la otra.

Degollados.- Aquellos que no avancen cuando deban avanzar y no retrocedan cuando deben de retroceder, serán degollados. (Sun Tzu)

Derrocar.- El que se hace señor de una ciudad acostumbrada a vivir libre, y no descompone su régimen, debe contar con ser derrocado el mismo por ella. Quizás Fco Ignacio Madero sea un buen ejemplo de esta sentencia, ya que dejó a todo el aparato porfirista en sus puestos e incluso reinstaló a Victoriano Huerta, quién ya se había jubilado y retirado, a los 70 años; le admiraba por haber acompañado a caballo a Porfirio Díaz, hasta el elegante Camarote del Ypiranga, buque  que lo llevaria al exilio.

Estatutos.- No hay cosa más difícil de manejar, ni cuyo acierto sea más dudoso, ni se haga con más peligro, que el obrar como jefe para introducir nuevos estatutos. (N) ¿No sin tener uno, pues, a sus ordenes algunos maniquíes legislativos? Tiene el introducir por enemigos activísimos a cuantos sacaron provecho de los antiguos estatutos, (N) Sabré inutilizar su actividad; mientras que, los que pudieran sacar el suyo de los nuevos, no los defienden más que con tibieza. (N) Uno se proporciona acalorados defensores que hacen arrollar a los otros. Ninguna cosa hace tanto honor a un hombre recientemente elevado como las nuevas leyes, las nuevas instituciones imaginadas por él. Cuando están formadas sobre buenos fundamentes, y tienen alguna grandeza en si misma, le hacen digno de respecto y admiración. La ley, no debe tomar el pasado, sino prever el futuro.

Estima.- Además de otras calamidades, que se atrae un príncipe que no entiende nada de guerra, hay la de no poder ser estimado de sus soldados ni fiarse de ellos.

Festejos y celebraciones.- En este tipo de ocasiones, más importante es la novedad que la cantidad. (Masarino)

Fidelidad eterna.- Un príncipe prudente debe imaginar un modo por cuyo medio, sus gobernados tengan siempre en todo evento y circunstancias de cualquier especie, una grandísima necesidad de su principado. Es el expediente más seguro para hacerlos fieles para siempre. (N) No se piensa nunca bastante en esta verdad. 

Forma de Gobierno del principado.- Hay dos formas: el primero llamado ”El Turco”, consiste en serlo por un principie, asistido por otros individuos que, permaneciendo siempre súbditos bien humildes (calidad de criados, Acad. “de crianza en casa”) al lado suyo, son admitidos en gracia en clase d servidores solamente para ayudarle a gobernar. El segundo, llamado “El del Rey de Francia”, se compone de un príncipe, asistido de barones, que tiene su puesto en el Estado, no de la gracia del príncipe, sino de la antigüedad de la familia. Estos barones, tiene Estados y gobernados que les tienen por señores suyos y les dedican su afecto naturalmente. Estos personajes tiene preeminencias personales que el rey no puede quitarles, sin peligrar él mismo.

Es más difícil de conquistar el principado del turco, sin embargo una vez derrotado, será fácil conservar ese principado, liquidando a la familia del príncipe no quedará nadie a quien temerle; en cambio el francés será fácil conquistarlo con la alianza de algún barón malcontento, sin embargo será muy difícil mantenerle.

Fortaleza.- Un príncipe sabio, debe siempre que le es posible, proporcionarse con arte algún enemigo a fin de que atacándolo y reprimiéndolo resulte un aumento de grandeza para él mismo.(N) Maquivelo debe estar contento del provecho que saque de este consejo.

Fortuna.- No es la posesión de caudales o de riquezas, sino el favor del príncipe que eleva y hace descender a sus criaturas. Vale más al Príncipe ser impetuoso que circunspecto, por que la fortuna es mujer y es necesario, por esto mismo, cuando queremos tenerla sumisa, zurrarla y zaherirla. Por otra parte, como mujer, es amiga siempre de los jóvenes, porque son menos circunspectos, más iracundos y le mandan con más atrevimiento.

Gobierno: El Ministro debe morir, más rico de buena fama y de benevolencia, que de bienes.

Guerra.- La guerra es inevitable, si se dilata, siempre es con provecho ajeno. No debemos dejar crecer un desorden para evitar una guerra, porque acabamos no evitándola; la diferimos únicamente y no es nunca, más que con sumo perjuicio nuestro. (N) Al primer descontento declarad la guerra, ante esta prontitud los enemigos se volverán circunspectos. La guerra justa o legítima, es la necesaria, no la guerra declarada. Un príncipe no debe de tener otro objeto, otro pensamiento, ni cultivar otro arte que el de la guerra, el orden y disciplina de los ejércitos, porque es el único que se espera va ejercido por el que manda.

Historia.- El príncipe para ejercitar su espíritu, debe de leer las historias. Desgraciado el estadista que no las lee ¡(N) Al contemplar las acciones de los varones insignes, debe notar particularmente como se condujeron ellos en las guerras, examinar las causas de sus victorias, a fin de conseguirlas él mismo; las de sus pérdidas, a fin de experimentarlas.

Honor.- Una aproximación del concepto del honor, es "la idea que cada quien tiene de si mismo. Honor sentido, es honor pretendido, y de ello honor reconocido", El que pretende honor, debe ser reconocido, de no ser así, pasa a ser una pretensión vana y despreciable. (G. Peristiany).
Yo soy quien soy, implica quienes están conmigo. El honor se quedó en la aldea.(Américo Castro)...Hay quienes parecen percheros, sin honor y sin humor... El hombre, no es invencible, pero se defiende mejor desde su lugar. como el tiburón a media agua, la orca en aguas profundas o el cocodrilo, en la rivera. (Carlos Castaneda)

Males del Estado.- Se parece a la tisis, que en los principios es fácil de curar y difícil de conocer; las cosas del Estado, son semejantes: si se conocen anticipadamente los males que pueden manifestarse, lo que no es acordado más que a un hombre sabio y bien prevenido, quedan curados bien pronto; pero cuando por no haberlos conocido, les dejan tomar incremento de modo que llegan al conocimiento de todas las gentes, no hay arbitrio ninguno para remediarlos.

Menosprecio.- Un príncipe cae en el menosprecio, cuando pasa por variable, ligero, afeminado, pusilánime, irresoluto., por lo tanto deberá de ingeniarse para verse con grandeza, valor, gravedad y fortaleza. (N) Ingeniarse, imposible, cuando no se ha empezado con ello.

Ministros.- Un gobierno debe guardarse bien de confiar mandos o administraciones de alguna importancia a los que él tiene ofendido. Cuando ves a tu ministro pensar más en sí, que en ti, que en todas sus acciones inquiere su provecho personal, puedes estar persuadido de que este hombre, no te servirá nunca bien. El que maneja los negocios del Estado, no debe pensar nunca en sí mismo, sino en el príncipe. (como repite la moderna teoría del liderazgo). Por otra parte, el príncipe a fin de conservar a un buen ministro y sus buenas y generosas disposiciones, debe pensar en él, rodearle de honores, enriquecerle y atraérselo, por el reconocimiento con las dignidades y cargos que él le confiera. Con ello, el ministró temerá que el príncipe sea mudado de su lugar, por que conoce bien que no puede mantenerse más que con él. Así pues, cuando el príncipe y ministro están formados y se conducen de este modo, pueden fiarse el uno del otro. Pero si no lo están, acabaran siempre mal, uno u otro.

El que ve a su amo tambalearse junto a un precipicio y no lo sujeta, el que le ve caer y no lo levanta, ¿que vale como ministro y consejero? (Confucio). Hay tres errores que es susceptible de cometer el que sirve a los nobles: hablar antes de que le toque, es impertinencia; callar cuando llega el momento de hablar, es andar con tapujos; hablar sin observar la actitud del príncipe es ceguera. (del griego “saber ver” y del latín, “observar”, se agrega saber oír...) pero, no hay peor ciego, que aquél que no ve, más que, lo que quiere ver, lo mismo se dice del sordo.

Un gran ministro es el que sirve a su príncipe honradamente; y si ve que esa tarea le resulta imposible, presenta su dimisión. (Confucio)

Moral.- La moral viene del hombre, no del cielo. La única excepción que rompe con la obligación de sometimiento del hijo al padre, es cuando este le ordena que cometa un acto inmoral. (Confucio.)

Mundo: Es indudable que toda cosa que hay en el mundo tiene una duración prefijada.

Nobleza.- Un hombre noble lo ilustra todo según el deber, un hombre vulgar lo ilustra todo según el provecho que pueda obtener. Al hombre noble le importa mas, el oficio que el beneficio, al hombre vulgar lo contrario. (Confucio)

Obediencia.- La razón nos dice, que el sujeto que se halla armado, no obedece con gusto a cualquiera que sea desarmado.

Ocasión: Sin la ocasión, el talento y la virtud, son inútiles, sin par son disparates (Miguel de Cervantes). “La oportunidad hace bueno, al mal chiste”. Todos, los chistes son malos, la oportunidad, les hace parecer buenos.

Ofensas.- Los hombres ofenden por miedo o por odio.

Poder: No hay que atacar el poder, si no tienes la seguridad de destruirlo.

Política.- La política puede definirse como un "juego de consideraciones", por su parte, la guerra, puede ser su antípoda, al presentarse como un "juego de desconsideraciones". La alta política, no es lícita, ni ilícita, es lisita; tan sutil, como freír un pez en el sartén. (Lao-Tse)

Pueblo.- Si para conocer la naturaleza del pueblo es preciso ser príncipe, para conocer la del príncipe es preciso estar entre el pueblo. Un príncipe debe estimar a los grandes, pero no hacerse aborrecer del pueblo. El populacho es atrevido, Pero en el fondo es debilísimo.

Próximo.- "El amor al prójimo" de San Agustín, se presenta como dogmático; es más realista "el amor al próximo", al “par” Aristotélico. Los griegos solo pueden ser amigos de sus semejantes, ergo pueden amar a al próximo como asimismo, no así al prójimo...

Promesas.- Un príncipe dotado de prudencia ve que su fidelidad, en las promesas, se convierte en perjuicio suyo y que las ocasiones que determinaron a hacerlas no existen ya, no puede y aún no debe guardarlas, a no ser que él consienta en perderse. (N) Pública retractación de moralistas.

Propósito: El Fin (léase, el poder) justifica los medios. (Tesis clásica de Maquiavelo)

Prudencia: Un príncipe prudente, debe fundarse, no en lo que depende de otro, sino en lo que dependa de sí mismo.

Rapiñas.- El que comienza viviendo de rapiñas, halla siempre pretextos para apoderarse de las propiedades ajenas.

Reciprocidad.- La reciprocidad es la mayor enseñanza, en esa expresión se encierra toda la concepción filosófica de Confucio.

Respeto.- Los emperadores que no eran reputados como capaces de imponer respeto a los soldados y pueblo, quedaban vencidos siempre.

Respetar.- Del Latín “observar” y esta a su vez, del griego “saber ver”. El que no te ve a los ojos al saludarte, es como aquel que no te respeta. Representa un saludo no sincero, que aleja el dinero, advertencia temprana de traición.
Generalmente pasa una vez, no dos ocasiones. Esta figura, recuerda al póquer abierto: “como veo doy”. En economía Sir James Stewart dice: “la economía política se considera normalmente la forma de orientar la política económica”

Soberanía.- El que consigue la soberanía con el auxilio de los grandes, se mantiene con más dificultad, que el que la consigue con el del pueblo. (N) No se consigue más que con él y para él. Es necesario que el príncipe tenga el afecto del pueblo, sin lo cual, carecerá de recurso en la adversidad. (N) Ese era el flaco mío.

Soldados.- Los soldados quieren un príncipe que tenga espíritu marcial y que sea insolente, cruel y rapaz.

Valor.- El suceso por el que un hombre se hace príncipe, de particular que él era, supone algún valor o dicha. (N) El valor es más necesario que la dicha, él la hace nacer. Si vales bene est, ego valeo.

Virtudes.- No es necesario que el príncipe sea justo o se afane en serlo... (recuerda a el justo de Glaucón, que solo recomienda "parecerlo" ...en el libro II de la República o de los Justo en el Siglo IV a.C)  o tenga todas las virtudes que se han mencionado, sin embargo si aparenta poseerlas le será provechoso...

Vulgo.- El vulgo se deja siempre coger por las exterioridades y seducir del acierto (circunspección, bondad, buena fe, integridad, humanidad y religión). Ahora bien, no hay más que vulgo en el mundo.

Voluntad: No puede haber grandes dificultades, donde abunda la buena voluntad.

2 comentarios:

  1. Excelente publicación..¡¡¡¡¡ felicidades ..¡¡¡

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  2. Mil Gracias ALBERTO. como siempre beneficiario de to bondadosa sapiencia.

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Muchas Gracias por los comentarios, si es posible,. les contestaré. Al