Salarios, Sucesos y
Sucesiones. 1940-1993.
(Este ensayo es de 1993)
A José Agustín
El salario
mínimo en México, es una institución que surge poco antes de la 2a Guerra
Mundial, como producto de la gran depresión de 1929-1933, con el mejor ánimo de
los nacionalismos de la época como el keynesiano, Roosveliano, Cardenista,
Gómez Moriniano, Lombardista y Cetemista de aumentar el consumo en el mercado
interno de una economía tradicional, predominantemente de subsistencia, ya que
el mercado externo se encontraba, fuertemente protegido, en el decir de Antonio
Carrillo Flores, en medio de una "guerra de aranceles.
El nivel
del salario mínimo es como muchos otros indicadores, un termómetro de la
situación económica y social que guarda un país en particular; sin duda, pero
también lo es, en el caso de México, de la situación política que se atraviesa
en cada cambio de gobierno. sobre todo cuando se logran acumular tensiones en
el ánimo general de la población por efecto directo de la disminución en las
posibilidades de empleo y de consumo en la población económicamente activa, así
como, cuando la reducción en la capacidad adquisitiva de las remuneraciones al
trabajo, se dan como oferta política (sangre, sudor y lágrimas) de manera
prolongada, acumulando presiones y enconos que se presentan regularmente con
reclamaciones y facturas políticas, a la hora de la sucesión presidencial. Como
ejemplo puede citarse el discurso del Presidente Salinas en 1990, en el primer
bienio de su gobierno, frente a la Asamblea de la CTM.
"El que a buen árbol se
arrima, que se cuide
de los perros,
de las perras, de los pajaritos, de los mosquitos, de las hormigas como
de los rayos".
La sucesión
presidencial, es el relevo del poder, es un hecho recurrente, sexenalmente,
constante y por lo tanto es un suceso histórico, objetivo, que está ahí,
estacionado en el tiempo, estudiable, observable, pudiendo recurrir a él cuantas
veces sea necesario. Por qué, bueno por que la historia no solo nos construye y
explica, también nos condiciona, nos determina; entonces tratar de algo que nos
está sucediendo hoy, y que va a afectar la vida cotidiana de los próximos 6
años, que no solo serán los últimos de este siglo, sino quizás los últimos años
de muchos mexicanos, es un suceso importante, que se presenta como fundamental,
comentarlo, cuestionarlo, apuntarlo y vivirlo colectivamente, para lo cual hay
que ensayar de escribirle y publicarlo.
Tomar los
salarios y no otro indicador, como hilo conductor, es relativamente sencillo y
útil, sobre todo ahora que está tan debatido el nivel de desempleo del país en
las principales ciudades, así como el nivel de las remuneraciones; nada más hay
que oír las declaraciones de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM),
Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) y de los
trabajadores de la UNAM, es mas revelador y conocido por los más, amén de que
en estos momentos el problema del empleo y del salario es algo que se encuentra
en la boca de prácticamente todos los mexicanos, por qué¡ pués porque
simplemente se trata de la permanencia o no de una forma de vida, la disolución
de muchas familias o bien de la vida y la muerte de muchos mexicanos. El
desempleo en el modo de producción capitalista, solo es comparable con los
sacrificios humanos del mundo precolombino, ya que en ambos caos es "para
que el $ol no deje de brillar".
Como se ha
resuelto este delicado asunto en los últimos años, es relativamente fácil
comentarlo, si nos auxiliamos con la construcción de la estadística del salario
mínimo en México de 1940 a 1993 y su equivalencia en dólares corrientes y
dólares constantes de 1981, esto es, restando el porcentaje de la inflación
interna de los Estados Unidos de Norteamérica, al efecto me he dado a la tarea
de hacer el ejercicio y estas son mis observaciones:
1940-1970
"Como veo, doy"
Al general
Manuel Ávila Camacho le tocó ser presidente de México entre 1940 y 1946, durante
la segunda guerra mundial, el salario mínimo en dólares constantes (1981=100),
pasó de 2 a 5 centavos de US DLR, por lo que creció en su sexenio 150%, en
cambio en dólares corrientes pasó de 28 a 39 centavos de US Dólar al día, que
significó un 39% de incremento.
A éste crecimiento tan significativo lo explican tres cosas, PRIMERA, la
base salarial era muy baja, pues apenas arrancaba el sistema, en un país muy
tradicional como atrazado, que se considera estaba entrando al siglo XX apenas
en 1940, con un 71.7% de analfabetas; SEGUNDA, que en 1942,
los EE.UU. le condonaron a México cuatro quintas partes de la deuda que se
venía renegociando desde 1923, con Obregón que, a raíz de la suspensión
de pagos de principio de los años 30 con Cárdenas y del bloqueo interpuesto por
EE.UU al país con motivo de la expropiación petrolera en 1938, México, de
acuerdo con Robert Freeman Smith, venía negociando la "deuda por
reclamaciones norteamericanas por la revolución" desde el gobierno de
Carranza en 1917 y luego se haría con Álvaro Obregón en 1923, en las
negociaciones de Bucareli y TERCERA, las transferencias a México de equipo
militar y comunicaciones a título gratuito que, con el mismo espíritu de
colaboración de inter guerra, realizó EE.UU a México, permitió, que aunado a un
tratamiento de "Nación mas favorecida", le permitió obtener un
volumen considerable de inversiones directas para el apoyar el modelo del
"proceso de sustitución de importaciones", mayores facilidades para
exportar a los EEUU sin desmedro del establecimiento de altos aranceles por
nuestras exportaciones, los salarios y el empleo tuvieron entonces una dinámica
favorable para la clase trabajadora nacional, particularmente entre los
ingresos por exportación en 1943, que representaron el 16% del total de los
ingresos federales; Tambien en 1942, se presentó el Acuerdo de Transferencia de
goma al frente; se firmó el Acuerdo de Braceros, que en 10 años sumaron mas de
1 millon de trabajadores.
Ya de salida, el fin de la 2a guerra ofrecía un
panorama prometedor que alentaba los negocios con los EEUU, por lo que los
gobiernos militares, se vieron sucedidos por los civiles, se hablaba
popularmente en "la modernidad", de "la casta de los
licenciados", pero en principio por que no, llegaba al poder el hijo de un
destacado general veracruzano, quién soportará la herencia de Ávila
Camacho de un incremento en los salarios mínimos de 30% en dólares, que apoyó
el recién creado Partido Revolucionario Institucional PRI, con sus tres
divisiones o confederaciones la CNC, la CTM y la recién creada CNOP, que dicho
sea de paso dejaba a un lado a los revolucionarios militares...
La
administración del presidente Lic. Miguel Alemán Valdés, en estas condiciones,
no disponiendo ya del flujo de inversiones directas del período de la guerra,
con pocas reservas de divisas y un saldo negativo en balanza de pagos desde el
inicio de su gobierno, decidió devaluar la moneda en 1948, al segundo año de su
gestión, con lo que el salario mínimo, que había arrancado en 51 centavos de dólar
en 1947, para 1952, representaba 39 centavos, con lo cual, había logrado
neutralizar el incremento del 30% que le había heredado su antecesor, por lo
que, en términos de dólares constantes en su administración, el salario mínimo
tuvo un crecimiento real, de 0%.
Por
supuesto, no fué del agrado de las organizaciones sindicales y su oposición se
dejó sentir, desde entonces ya empezaban a presentar airadas reclamaciones, que
siempre fueron paradas en seco, por ello y a fin de apoyar una sucesión que de suyo
se presentaba tensa, por la pretensión, por segunda ocasión, a la silla
presidencial del árido americano (coahuilense) General Miguel Enríquez Guzmán,
de salida su administración otorgó un aumento salarial, cercano al 60% en
dólares corrientes, al pasar el salario mínimo de 39 centavos a 62 centavos de
dólar, factura que le cargó a la siguiente administración, del también
veracruzano Adolfo Ruíz Cortines.
Para Adolfo Ruíz Cortines, quién dentro de su
versátil currículum se hacía constar que había pasado 14 años como
funcionario en una oficina de estadística, trató igualmente que su
predecesor, de atenuar a lo largo de su administración el peso de los aumentos
salariales y el exceso de fin de sexenio alemanista, particularmente del gran
aumento al salario mínimo que había tenido que heredarle, con el compromiso
de "no aumentar precios".
Por lo tanto el presidente Adolfo Ruíz Cortines,
siguiendo los pasos que su antecesor, devalúo al 2o año la moneda en 1954; sin
embargo, a este espíritu equilibrado se le había acabado el estímulo al empleo
que le ofrecía a México "las mieles de la posguerra", "la
chamba" de la American Chamber...: la sombra del desempleo reaparecía y la
permanente baja en la participación de los salarios dentro de la composición
del PIB, le generaron las sonoras protestas de los trabajadores a través de los
cada día mejor organizados y fuertes sindicatos, que ya presentaban un compacto
frente "charreivindicador" de las condiciones salariales que
caracterizaron a toda su administración, con la velada presión del grupo
militar que había quedado disgustado con su elección.
A lo largo
del "ruizcortinismo", entre 1952 y 1958, el salario mínimo en dólares
corrientes disminuyó, al pasar de 62 a 58 centavos de dólar, hay que destacar,
que la desconfianza contra el endeudamiento de Adolfo Ruíz Cortines,
particularmente del externo, se proyectará hasta la mitad del siguiente sexenio
de Adolfo López Mateos, lo que permitió para 1961, que la llamada "deuda
vieja" (la negociada en 1914 y renegociada en 1923) estuviera totalmente
liquidada" y prácticamente no hubiese deuda y que el coeficiente de deuda
nacional representara apenas el 0,15% del PIB, el más bajo de toda la historia
del México.
Desde 1957
con el lanzamiento del sputnik sovietico, la situación politica mundial y
nacional torno intensa la relación con los sindicatos, al punto que, en esa
sucesión presidencial, el candidato no salió de gobernación, sino de la
Secretaria de Trabajo, postulando por el PRI al laborista Lic. Adolfo López
Mateos, de filiación cardenista, a quién, en esas condiciones y con la oferta
del ALPRO, ya no le pareció tan receloso acudir al financiamiento
externo, para financiar los problemas que tenía enfrente. No se puede pensar
igual cuando el lobo araña la puerta de casa y le están ofreciendo recursos
para calmarlo. Además el "Movimiento de Liberación Nacional"
fundado por el General Lázaro Cárdenas le ofrecía un apoyo político importante
no solo a la expropiación eléctrica que se promovió en 1960, sino también
declaraba abiertamente su apoyo a la Revolución cubana como más tarde al
movimiento estudiantil del 68.
Adolfo
López Mateos (ALM), recibió de Adolfo Ruíz Cortines en 1959, un incremento de
12% en dólares corrientes y de 13% al salario mínimo en dólares constantes,
dicho incremento obedecía entre otras cosas a que desde 1947, se venía haciendo
su revisión cada dos años. Como ya se empezaba a considerar las ofertas de
endeudamiento externo de la ALPRO para "apoyar el desarrollo", los
mínimos pudieron crecer a lo largo de su sexenio 52% en términos corrientes, al
pasar de 1959 a 1963 de 65 a 99 centavos de dólar, sin embargo, como no devalúo
la moneda, el aumento en los salarios mínimos en dólares constantes a lo largo
de su administración fue de más del 75%, de los mas altos de la posguerra.
Al igual
que con Ávila Camacho, el factor externo soportaba la política de salarios del
régimen; Adolfo López Mateos como en su momento, lo fue Felix María
Fernández (a) Guadalupe Victoria en la Independencia, dada la astringencia de
fondos de la tesoreria agobiada por el anegamiento de las minas, y la excención
de impuestos otorgados para dar popularidad a la independencia, más la deuda
tabacalera heredada de la Corona, requirió y buscó dinero del
exterior; el crédito le llegó al michoacano Iturbide, así como a partir de
1963, le llegaría la parte fundamental de los crédito del ALPRO al poblano
Gustavo Díaz Ordaz, de ahí la formulación del "Plan de Acción Inmediata
1962-1964".
Los
aumentos a los salarios mínimos fueron, con ALM, más que proporcionales al
comportamiento de la productividad y de la inflación del país, con relativa
independencia del aumento en la producción, la cual, ya empezaba a declinar
como consecuencia de la recuperación europea y el inicio de su unidad actual,
así como el poderoso desarrollo de la URSS y el despegue de Japón. Con la
revolución cubana enfrente se dio un gran impulso a la educación publica
obligatoria en el medio rural se llevó de 4o a 6o año de primaria.
Con Gustavo Díaz Ordaz, la participación de la
banca comercial en el fondeo de la Banca Internacional de Desarrollo y la
política de la ALPRO, permitieron que a partir de 1963, el salario mínimo
continuara recuperándose ya que se consideró como innecesaria realizar una
devaluación, lo que continuó sobrevaluando el peso y a la larga arrojó un costo
muy elevado a la economía mexicana.
El salario mínimo creció en 1965, primer año de
gobierno, 47%, para 1970, había crecido 66% adicional en dólares constantes, en
dólares corrientes el crecimiento adicional fue de 73%, pues como se ha
mencionado, se continuó sin devaluar la moneda. El crecimiento del salario
acumulado en el sexenio en dólares corrientes fue de 95%, en dólares constantes
fue de 143%.
El impulso
del financiamiento externo, fue definitivo entre 1963 y 1970, para la
“modernización del país”, profundizando un modelo de políticas públicas centralizado, por
citar algunos casos relevantes podemos mencionar que con el Plan Nacional
Carretero fue creado en 1963, el Organismo Caminos y Puentes de Ingresos, con
el Plan Nacional Aeroportuario, se programó en 1964, renovar los aeropuertos en
los que operaban equipos de pistón, para que pudiesen recibir a los
turborreactores, para lo cual, también nos prestaron; para 1965, ya no corrió
en el país ninguna locomotora de vapor, pues se integraba la diesilización
generada en la 2a guerra, para lo cual la red si bien no creció, si se tuvo que
haber rehabilitado completamente previamente y en forma acelerada, por su parte
las tarifas no repercutieron el incremento en la inversión, por aquello de
"no aumentar precios", con lo cual la moneda con Gustavo Díaz
Ordaz, continuó la carrera sobrevaluatoria iniciada desde principios de los
años 60, con López Mateos.
En 1968, se
introducía la primera línea del metro a la Ciudad de México. El perfil del país
registraba cambios substanciales ya era muy proxima la proporción de población
urbana con la rural, el régimen se había comprometido a un
"desarrollo sin inflación", pues el financiamiento externo corregía
el hueco del déficit fiscal por el rezago tarifario, la sobrevaluación de la
moneda y los subsidios indiscriminados continuaban.
La juventud
que vivió esa época, dentro de la que me incluyo, fue en realidad una juventud
privilegiada, desde finales de los años 80, gobierna este país; disfrutó
de prerrogativas que no han conocido otras juventudes en la historia de México,
libros, transportes, buenas escuelas públicas, olimpiadas, edecanes fresas en
"el destape" de México que se transformaban rápidamente en
manzanas", aún no había SIDA, el dólar continuaba aún en $12.50 desde
1954, no se presentaron problemas laborales significativos que inquietaran a
esa administración, la población de la Ciudad de México no era mayor de 7
millones de habitantes, el hallazgo más grande, fue el "movimiento
estudiantil del 68", que en la opinión de no pocos comunistas mexicanos,
se sorprendieron cuando los empezaron a encerrar so pretexto del movimiento.
Solo José Revueltas, se reconoció como "causante del multicitado movimiento"
y lo guardaron. El asunto fue mucho mas complejo. Aqui una lectura a 50 años,
publicada por Acacia entre julio y septiembre de 2021: https://ensayosalbertooliver.blogspot.com/2018/10/el-mito-del-movimiento-estudiantil-de.html
La
generación 1966 de la UNAM, es una generación de "irregulares" pues
los de prepa pasaban a tercer año, por ello el 80% de los estudiantes por lo
menos, eran del interior de la república, sin Televisión; hay quien afirma, al
ver la actuación del CEU en 1987-1992, que ahí se presentó la relación
combinada de la "ruralización y rabanización churumbela" de la
UNAM...
Buena parte de los jóvenes, le dedicaron tiempo
completo al movimiento y pudieron tener buenas razones, la ciudad les era
aunque generosa, un tanto desconocida, y las activistas de los comités de
huelga eran jóvenes, agradables y solidarias en las guardias y pernoctas, que
les hacía muy agradables, muchas de ellas también de provincia no tenían muchos
frenos a su juventud. Ello debe de integrarse a la "fortaleza y debilidad
de la UNAM".
En esa
época, el que no era Marxista-leninista, era estalinista, trotskista, castrista
o maoísta, habíanos mayoría de liberales embrionarios sin mucha formación
política. En la actualidad (1993) 18 años después, a la "caída del
estalinismo", las líneas de formación remanentes que más predominan,
todavía en los compañeros universitarios de esa época son necesariamente
una mezcla de retoños churumbeles, trotskistas y castrista-maoístas con algún
aderezo cualitativo de estudiantes del exterior, los demás, a la caída de la
URSS, Retes los metió en un film y los convirtió en "el bulto"... la
estampida a la izquierda del 68, parece ahora regresar al centro.
Quizás por
ello, el Presidente de la República testó por nota, a favor de Luis Echeverría
Álvarez, entonces Secretario de Gobernación, aunque después personalmente
declaró que" se había arrepentido de esa decisión", sin embargo, lo
hizo por que consideró que era un funcionario tan centralista como él, quién
más había tenido que ver con el movimiento estudiantil, por la propia
naturaleza de la Secretaria de Gobernación, como en su oportunidad lo fuera la
de trabajo en la sucesión del 57 por su relación con los movimiento laborales
de los sindicatos.
Para
finalizar con esta primera parte, el salario mínimo continuó creciendo con
Gustavo Díaz Ordaz para llegar a 1.93 dólares diarios; De haber realizado una
devaluación en 1965, entre el 40 y el 100%, para hacer pasar al dólar de $12.50
a $17.5 o $25.00 en 1965, hubiera sido recomendable para que el salario en
términos reales mantuviera el poder adquisitivo del Lópezmateismo o bien
creciera poco más de 45%, al no devaluar Díaz Ordaz, permitió que el
crecimiento en el consumo soportado por el crédito público, se disparara
creciendo el salario mínimo 143% en términos reales. La deuda alcanzó a finales
de los setenta más de 4,000 millones de dólares, cifra sumamente importante,
para ese país, en esa época, traerla a valores actuales es revelador.
Para
ponderar éste acertó, baste decir que, si se actualiza esa cifra con la tasa de
inflación interna de los EE.UU. y se le aplica la tasa prime año con año,
llegaremos a 1992, a una cifra equivalente al saldo de la deuda externa
documentada al 31 de diciembre cercana a los 80,000 millones de dólares, ese
seria el valor presente de la deuda en 1970.
SEGUNDA PARTE.
El primer año de gobierno de Luis Echevarría, el
salario mínimo creció en dólares constantes 21% y en dólares corrientes 15%,
ello fue posible por que se siguió sin ajustar la paridad cambiaria, misma que
en términos de una mínima ortodoxia, debió de haber sido modificada por lo
menos desde 1965.
Quiero
hacer un alto aquí, ya que me parece muy importante señalar que la serie de
observaciones que se han realizado, no son con un ánimo recriminatorio a las
entonces autoridades monetarias y financieras del país, sino que, el interés
fundamental se cifra, en explicar el proceso de formación de la crisis actual
(1993), de como es que los mexicanos hemos podido llegar a la situación que hoy
nos toca vivir, a fin de ayudar a la comprensión del fenómeno y tomar
conciencia de que las soluciones fáciles en el corto plazo, generalmente
vuelven más difíciles las soluciones del desarrollo del país y que, es una gran
irresponsabilidad no tomar en cuenta las implicaciones en el mediano y largo
plazo.
Como los
créditos de las instituciones de desarrollo en 1970,aún eran de carácter
"atado" (a proyectos de interés norteamericano), el crecimiento real,
que registraron los salarios entre 1971 y 1973, fue de 25%, lo cual era ya muy
alto, considerando la la base de la que partían, así como la llamada
"atonía" en 1971 y la caída en el crecimiento del producto interno
bruto PIB en ese mismo lapso.
Pese a ello
y a que la crísis fiscal empezaba a tocar violentamente la puerta en países
como Chile en 1973, los créditos "atados" finalmente se liberaban
para México, con la única garantía de las reservas petroleras, ya no había
prácticamente reservas de oro para entonces. El patrón oro, de paridades fijas,
había pasado a la historia y se iniciaba el sistema de paridades flotantes
justo entre 1971-1973.
El
mantenimiento de la paridad monetaria y el crecimiento de recursos del exterior
y su liberación, son elementos que permitieron que la deuda externa pasara de
4,000 a 20,000 millones de dólares entre 1970 y 1976, ello posibilitó el
aumento del consumo en una sociedad predominantemente de subsistencia, se
aumentaban los salarios en el país, sin una lógica contrapartida en la
productividad por hombre ocupado, las importaciones se disparaban.
Entre 1971
y 1973, el aumento del salario mínimo fué de un 25% en términos constantes y de
19% en términos corrientes, ello por que en 1973, la inflación con el inicio
del sistema de flotación, se comenzó a dispararse más que proporcionalmente
en los EE.UU que, en México.
Sin embargo, la liberación de los créditos
atados a partir de 1973, permitió que se acelerara el flujo de remesas del
exterior y el salario mínimo creciese 172%, en dólares constantes y más de
100%, en dólares corrientes. Porfirio Muñoz Ledo sería Secretario de Trabajo de
1972 a 1975,
El salario
mínimo en el México de Luis Echeverría, medido en dólares pasó de 2.23 dólares
en 1971 a 5.37 dólares en 1976, con ello, en toda su administración, creció
140% en términos corrientes y 250% en términos de dólares constantes, entonces
la tasa de inflación en los Estados Unidos, se había disparado desde 1973 y
prácticamente no se había ajustado el tipo de cambio, sino hasta agosto de
1976. La tasa de crecimiento de los salarios fue sumamente superior a la
alcanzada por la producción nacional de bienes y servicios, incluso el déficit
en balanza comercial no se pudo neutralizar ni con la devaluación de 1976, ello
quiere decir que el peso redujo su sobrevaluación, pero siguió sobrevaluado,
por lo que se continuaría con déficit comercial hasta el año de 1981, ya que en
1982, se empezó a ajustar el tipo de cambio y apareció en ese año el primer
superávit comercial que desde 1949 (con la devaluación de 1948) no se
registraba; por su parte, la cuenta corriente, arrojó un superávit en 1983, que
desde 1955 no obtenía. Todo ello era posible gracias al ajuste del tipo de
cambio, que empezó a aumentar su flotación a partir de 1982 con Miguel de la
Madrid Hurtado,antiguo funcionario del ramo hacendario desde los años 60 y que
sabía perfectamente del comportamiento economico nacional.
Con los
créditos liberados en 1974, y los yacimientos petroleros "mas grandes que
los del Golfo Pérsico" según declaración de los green-gos para presionar a
la OPEP, Luis Echeverría Álvarez pudo posicionar, a diferencia de sus
predecesores en los procesos de la sucesión del poder, a su amigo de toda la
vida, su "hermano" José López Portillo de quién ya se ha dicho
se dedicó mas a reinar que a gobernar.
Matemos a todos los
hijos de la chingada¡¡
"La solución somos
todos" 1974
El ABC de la "eficiencia y la
eficacia"
La sucesión
fue más o menos clara, desde 1974, al ya nombrado Secretario de Hacienda, en
lugar del Lic. Hugo B Margaín, se le publicitó ampliamente, después de la
tradicional Convención Nacional Bancaria en Acapulco, "su ida al campo
simbólicamente en guayabera", para atender personalmente las necesidades
de crédito del campesinado. Para 1975, fué el único candidato a la presidencia,
los demás partidos no presentaron ningún candidato..." Sonría que ya se va
Echevarría"... los chistes buenos y malos pulularon en éste periodo,
particularmente del sector de relaciones exteriores.
Tanto había
sido el crecimiento de los salarios mínimos con Luis Echeverría que, el primer
año de gobierno de JLP, el salario mínimo decreció 21% en términos de dólares
constantes, era la primera vez, en la historia de las sucesiones civiles en
México, que ello sucedía.
Como que se
reconocía, que había habido excesos con LEA; la propuesta de "Reforma
Administrativa" pretendió en voz de Alejandro Carrillo Castro,
"deschatarrizar" al Gobierno Federal y su ya dilatado aparato
Paraestatal, para "administrar la abundancia".
Sin duda hubo buenos propósitos, sin embargo, la
oferta persistente de los créditos externos "de largo plazo" (hasta
1978), el aumento sorprendente de la dinámica económica, el crecimiento de la
producción, así como de la eficiencia de la oferta instalada y su aparente
rezago frente al inusitado crecimiento de la demanda, generaron que hasta el
deficiente y deficitario esquema de rutas y de administración de AEROMEXICO,
que ya era mucho decir, arrojara números negros, no por una gran dirección,
sino mas bien a pesar de su director general Pedro Vazquez Colmenares, quién al
subir la demanda en los vuelos que antes se ofrecían con pérdidas, le ganó irse
de gobernador a Oaxaca. "Suerte te de Dios y lo demás nada te
importe..."
Por supuesto que en 1979, los apremios de los
sindicatos impulsaron el sobredimencionamiento de las prestaciones, lo malo
fue, que la oferta de créditos de largo plazo se reducía y muchos proyectos se
financiaron con créditos de corto plazo, más caros, lo cual les hacía mas
oneroso en el costo financiero, amén de su dudosa viabilidad financiera, la
caída de la demanda fué el evento siguiente y Zas, agua fría, aumentaron las
tasas de interés y se cayeron los precios de las materia primas y precios del
petróleo; ante lo cual, pareciera que JLP ya deseaba aventar la toalla desde
1981.
El aumento
salarial del "10%, 20%, 30%" que se otorgó a los tabuladores ese año,
fué una decisión tomada un poco sobre las rodillas que causó grandes estragos
en muchas empresas, sobre todo de aquellas que ya hubiesen acabado su revisión
contractual antes del anuncio del aumento salarial del "10,20,30"
como la "Ruta 100" de transporte urbano en el DF y que tuviesen que
pagar el aumento a la burocracia anunciada generalmente con motivo del informe
presidencial (el llamado día del Presidente) que entonces era el 1o de septiembre.
“Presidente que devalúa,
se devalúa”.
José López Portillo.
En esta dinámica y con una política monetaria
que, prácticamente mantenía la paridad constante en los primeros cinco años
(1977-1981) de "la administración de la riqueza", el salario mínimo
en término de dólares constantes creció más de 200%, crecimiento que continuaba
soportándose substancialmente en base al sector externo, acumulándose al
crecimiento real del 246% de LEA, el 66% de GDO, y al 76% de ALM.
1982, fue
un año muy critico para el país, la tendencia en la caída de los precios de las
materias primas mexicanas en el exterior iniciaban continuaba y con ello las
posibilidades de seguir financiando el "crecimiento sin inflación",
los salarios y con ellos el consumo iniciaba entonces la estrepitosa caída que
llega a nuestros días.
De ahí dio pasó a la historia en 1982, el
nacimiento de la cara dura del neoliberalismo, junto con la fuerza de arranque
de los cultos y nuevas devociones a "San Malverde", la Santa Muerte,
San Juditas Tadeo, Victor Victoria y en alguna manera se enmarcaba el
éxito del thriller de Michael Jackson.
La
nacionalización de la banca representó al mismo tiempo el clímax y el estertor
de un modelo centralista autodenominado en su origen de "desarrollo
estabilizador", basado fundamentalmente en el crédito externo. Parecería
que en el "juego del cerillo", lo prendió Antonio Ortiz Mena, pero se
le apagaba a Jesús Silva Herzog, o bien pasaba de Lopez (Mateos)
a López (Portillo).
El salario
mínimo en 1982, se redujo 30% en dólares constantes, por el inicio del ajuste a
la política monetaria, a pesar de que en pesos corrientes crecía más del 70%,
frente a un decremento del PIB de 0.6%. De cualquier manera, se registraba un
nada despreciable crecimiento del 119% del salario mínimo en dólares constantes
entre 1977 y 1982. En dólares corrientes fue de 155%.
Tocaba a su
fin el optimismo que generaba el espejismo de un modelo centralista (ejidos,
electricidad y petróleo) a crédito iniciado 20 años atrás, en base al
crédito externo, sobrevaluación monetaria con paridades cambiarias
relativamente estables, un bajo nivel de crecimiento de los precios, una
producción ineficiente con bajo desempleo, sin preocupación de ser aún
autosustentable, un uso indiscriminado e irresponsable de los subsidios en
practicamente todos los sectores y un sector Paraestatal ya destacado por ser
muy oneroso.
La crisis fiscal que se había presentado en toda
la América Latina 10 años antes alcanzaba finalmente a México en 1983. De no
haber sido por que el país se sacó la lotería, en el juego de los precios del
petróleo, lo que le permitió recuperar el crecimiento en la segunda mitad de
los setenta, seguramente México hubiese iniciado su programa de reordenación
económica y cambio estructural desde el mismo 1973, casi junto con chile
y Argentina, el proceso se orientaba prácticamente en la misma dirección. Se
decía que "los mexicanos éramos mucha trucha y que aunque no hiciéramos
bien las cosas, nos salían requete bien"...
El cambio
que se iniciaba en la economía política para México en 1982, determinó a su vez
un cambio en el esquema de la política económica y no al revés, como se ha
pretendido interpretar desde 1984, por algunos ex priistas que trabajaron en
las primeras líneas de la planeación del Gobierno Federal desde el Plan de
Acción Inmediata en 1962 y que ahora (1993) militan en el PRD, las cuales al
quedar fuera, reaccionaban, como dirían cínicamente algunos periodistas
"sin mi chayo, no me hallo".
El
candidato a la presidencia en septiembre de 1981, presentó un perfil diferente
al de sus predecesores, era nada menos que el antiguo Subsecretario de Hacienda
y Crédito Público, Miguel de la Madrid Hurtado, si bien huérfano de padre desde
muy joven, ligado y protegido familiarmente por su segundo apellido a Miguel
Fernández Hurtado, un ex-Director del Banco de México; Miguel de la Madrid
sabía perfectamente el origen y destino del financiamiento contratado en los
últimos 20 años; fué a éste hombre a quién le tocará comandar a la Secretaria
de Programación y Presupuesto, justo en la cresta del "boom
petrolero" y le generaría que se dirigieran a él como el "oiga
hasté", por el gran nivel de gasto que, como secretario, le tocó aplicar y
que de alguna manera le apoyó en su carrera a la Presidencia. Pese a ello, me
parece que la propia lógica de la crisis, marca el inicio tipo
"tobogán" de una nueva época en la sociedad mexicana.
Con MMH, el
salario mínimo se redujo en dólares constantes 50% el primer año y 13% más para
1988, como resultado de la caida del precio del petróleo y el necesario
ajuste del "pacto de 1987", o sea la capacidad adquisitiva de los
salarios mínimos se contrajo desde entonces en alrededor del 63%, porcentaje
equivalente a la proporción del presupuesto promedio del sexenio de egresos de
la federación destinado al servicio de la deuda entre 1983-1988, ello como
consecuencia lógica de tres hechos fundamentales:
PRIMERO, la caída de los precios de nuestros
productos de exportación, SEGUNDO, el estrangulamiento del financiamiento externo
de largo plazo, con aumento en tasas de interés y TERCERO el creciente servicio
de la deuda, que frente a la caída del producto exigía el inevitable candado de
"reducir el consumo interno, para aumentar el stock eventualmente
exportable para la obtención de divisas y el pago de la deuda".
El salario mínimo en dólares constantes, pasó de
7.49 en 1981 a 2.45 en 1988 esto es -67%.
El
"grupo exportador" alcanzaba con ello, a partir de este momento, en
este orden de ideas, una importancia emergente, apenas comparable con la de su
antecesor "el grupo constructor", que en los 20 años de vacas gordas
a crédito, consumo subsidiado y una sobrevaluación monetaria, representa la
exégesis de la tragedia nacional. Las dos décadas ganadas?
Por ello,
el candidato a la Presidencia de la República en 1987, Carlos Salinas de
Gortari, no solo fue el sintetizador o integrador que en su momento fue el Plan
bianual Global de desarrollo 1980-1982, que en realidad sirvió para
calentar motores del equipo para la formulación del Plan Nacional de desarrollo
1983-1988, que ha pasado a la historia como el prolegómeno de lo que se ha
llamado en México "liberalismo social", clave de la
"modernización" del México de Carlos Salinas de Gortari.
También como Miguel de la Madrid fue Secretario
de Programación y Presupuesto, ergo operador principalísimo de la política
económica del régimen y también de alguna manera el candidato del grupo
exportador más influyente en el país, Nuevo León; grupo que recibió alrededor
del 60% de las re documentaciones del Fideicomiso de Cobertura de Riesgos
Cambiarios (FICORCA), de los años 80, operado en el BANXICO por el entonces
joven politécnico, más tarde Sub y Secretario de Programación y Presupuesto
1987-1991 y Secretario de Educación Pública: último Secretario de Programación
y Presupuesto (1991), mañana posible candidato a la Presidencia de la
República; en segundo lugar, quedó el candidato del Estado de México Alfredo
del Mazo, en tercer lugar estaba Sinaloa con Manuel Clouthier y en 4o lugar
Michoacán con Cuauhtémoc Cárdenas.
"El
trabajo en equipo ha sido básico", fundamental decía Salinas y aquí puede
entrar perfectamente bien aquello a que se refería Lee A Iacoca, cuando
contestaba acerca de su paternidad del Ford Mustang y decía que "es
difícil decirse el padre del bebé, cuando la mamá ha salido con tantos
papás"...
El Plan
Nacional de Desarrollo 1983-1988, de MMH, fue publicado en 1984, desde ese
momento se fracturó la clase política que había venido gobernando al país en
los últimos 20 años, el cambio implícaba cambios en la teoría y práctica de las
finanzas públicas mexicanas, que propuso a la Nación Miguel de la Madrid,
requería de "un financiamiento no inflacionario" y eso hoy todavía es
cuestionado por Porfirio Muñoz Ledo y su pandilla, entonces del
Partido de la Revolución Democrática (PRD), después de Morena.
Si bien su posición siempre ha sido a mi modo de
ver "no pagar la deuda y listo", posición ingenua dijo Jesús Silva
Herzog, a la que yo le añado la de soberbia, y que por supuesto, también
comparto, combinación tóxica.
La caída de
alrededor del 63% de la capacidad adquisitiva del salario en la administración
De la Madrid, se puede apreciar también en la disminución de la participación
de los salarios como proporción del PIB, al pasar del 40% en 1981 al 25% en
1992, han hecho que algunas voces hablen de la "década perdida", sin
duda alguna al principio de su uso, representa una expresión ingenua, a veces
resentida, malintencionada y no exenta de devaneos e irresponsabilidades.
El nivel
del salario mínimo en 1993, fue de 2.65 dólares constantes, próximo al nivel
alcanzado en 1975 de 2.35 dlrs, año en que había una fuerte oferta de créditos
del exterior, recién liberados, contra la garantía del petróleo. La diferencia
es que en este momento el país no contempla la posibilidad de volver a expandir
su consumo, en base al crédito externo, incluso, tiene que aumentar el volumen
de producción "no consumido" para exportar, en condiciones cada día
más complejas. Por lo anterior, me parece que el salario en términos reales no
pudo crecer por encima de los niveles actuales, no por que no fuese deseable,
sino por que tiene pocas posibilidades reales en el estado actual del
desarrollo económico del país, con el agravante de la gran ola de desempleo que
estamos viviendo, como resultado del excesivo deficit en las cuentas con el
exterior, por la sobrevaluación monetaria, la gran explosión
demográfica, con todo respeto, de las "vacas gordas", el
desafío asiático y la globalización de la economía.
Para el XI
Censo de Población y Vivienda de 1990, se contabilizó que el 62% de
la población gana hasta 2 veces el salario mínimo, ello significa que un
salario mínimo ya para 1990, no tiene el significado que pudo tener hasta 1985
inclusive.
El fenómeno
más acusado en el mundo actual, a la caída de la URSS y del muro de Berlín, es
el desempleo y con ello, la violencia y el regreso al tribalismo, nos comenta
Jackes Attali, ello es sólo comparable, con los efectos de la regresión del
poder en Europa a la caída del Imperio Romano y el surgimiento del feudalismo,
del que nos narrára hace tiempo, el también francés, Henri Pirenne.
Por ello,
en el actual proceso de sucesión presidencial, la economía política de México,
es más delicada que la de sus predecesores civiles, pués el esfuerzo nacional
de productividad frente al TLC y la globalización, como ya está sucediendo en
otras partes del mundo va a generar una continuada presión hacia el desempleo,
prolongando y quizás acentuando la disminución en el consumo de las grandes
mayorías, como resultado de la necesidad ad nauseum, taediun y fastidium de
exportar y mantener el superávit presupuestal de la Tesorería de la Federación,
aquí los valores culturales de las economías de subsistencia, como el "ahí
se va", tan común en Mesoamérica, tienen y enfrentan su mayor amenaza,
podríamos decir que con el avance de conceptos como el de "calidad
total" (1990-1994), tienen el tiempo contado, quizás más que nunca antes
en su historia.
En la
actualidad (1993), el salario mínimo en dólares corrientes es de 4.14 y en
dólares de 1981, es de 2.65, la caída en el consumo en estos términos por
relación a 1982 es del 50% y la situación económica es sumamente compleja, la
social muy delicada y la situación política muy dividida desde 1988, con
pérdidas importantes de posiciones políticas para el PRI en varios estados, con
gobernadores interinos en quien sabe cuantos.
"Pese a la
dominación, la lucha continua...
Manuel Camacho Solís
Ante este
panorama, la consolidación del centro se presenta como estratégica para poder
intentar la integración política regional, un candidato carismático y hábil que
integre a los más, se requiere mas que habitualmente, por ello “parecería”
haber sido privilegiado el centro políticamente desde 1988.
Uno de los
problemas de la economía mexicana y que la hace muy diferente a otras de la
región latinoamericana, es que el sector exportador más fuerte, sea sin duda el
transnacional; el nacional y particularmente el del grupo de la ronda de
Uruguay es deficitario en granos, el mayor importador del mundo en leche y
exportador de materia prima, en bovinos (novillo de 100 Kg.); con costos altos,
fuerte dependencia tecnológica y de fármacos en avicultura; con una gran
biodiversidad marina, pero de bajo rendimiento, comparada con las especies de
las corrientes de clima templado de mayor suculencia; sin duda, los salarios en
los sectores exportadores no petroleros, son muy diferentes a los productores
de bienes y servicios para el mercado nacional y he ahí el problema, un incremento
en los subsidios a las economías de subsistencia y a los salarios en empleos
subsidiados, no parece viable en las condiciones actuales, por el propio
desafío del desempleo, así como por la necesidad ineludible de que se generen
más fuentes de empleo remunerados.
La economía real es hoy, considerablemente más
compleja y centralista que la economía subsidiada, a la que ha estado
acostumbrada la sociedad mexicana desde 1960.
Si se
cuenta con el sector externo, hay dos posibilidades, de financiamiento: UNA
créditos directos al gobierno federal (centralista) para generación de obras
públicas, esa política esta desechada, OTRA, el arribo de la necesaria,
anhelada y demandada en todos lados, inversión directa extranjera, bien sea,
para exportación o para el mercado interno, ella cuenta con el nivel actual de
precios y salarios, leyes e infraestructura para su operación en México, por lo
que si bien, no abatirá el nivel de los salarios, difícilmente los podrá
elevar, si la mano de obra no está preparada en términos competitivos, ya que
el ejército industrial de reserva es alto.
"Si no somos
capaces de superar nuestros
errores y reconocer
nuestros equívocos,
somos entonces incapaces
de adquirir
cualquier
ilustración"
El Educador frente al
Racismo
Montesquieu
Y es aquí también donde hay que poner el dedo en
la llaga, si la educación en México no glorifica las virtudes en términos
clásicos, exaltando la eficiencia en el trabajo y en la organización y de
plano, se ataca frontalmente a los discípulos de los poetas malditos de
siempre, para quienes como todo paria que se precie de sí mismo "no
encuentran nada mas despreciable que a un hombre útil", resabio medieval
vano, "ese tipo de estudiantes y maestros inorgánicos, generalmente
adictos a diversos estimulantes de manera recurrente y excesiva así como a todo
tipo de perversiones, son rencorosos y resentidos, se convierten en eternos
lectores de los clásicos, consumidores de lo que produce en el decir de la
autollamada izquierda la "odiosa clase media"; no pueden realizar,
nada que no sea brillante pero inútil, ninguna operación mercantil les es dable
realizar, ni servicio social compatible con su tiempo, por que “les cae el
chahuistle”, expectantes, más del beneficio que del oficio, son en muchos casos
comunistas autistas consumidores de "arroz", no son los que más
contribuyen al desarrollo de la Nación". Siempre serán como dice mi suegra
"los burros hablando de orejas". Es mas o menos, el sentido de la
reforma educativa llevada adelante por los modernizadores japoneses, en el
Japón Meidji en el siglo XIX, al abandonarse el viejo orden feudal, que
permitió entrar al siglo XX, sin analfabetas.
"No hay peor lucha,
que la lucha libre."
Superbarrio
El futuro presidente de México tiene enfrente
muchos problemas como es el todavía alto nivel de endeudamiento, el desempleo,
la caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población y el problema del
déficit en la balanza comercial con el exterior reaparecido desde 1989, por una
evidente sobrevaluación del tipo de cambio, solo atenuado por una alta reserva
de divisas y un superávit primario de 0.05% del PIB, como resultado de la
reducción del gasto emprendida hace ya diez años, por lo que si el actual
Presidente de la República dijo, parafraseando a Napoleón, haberse empezado ha
preparar para la Presidencia, “veinte años antes de nacer", nos revela una
personalidad de salida aristocratizante, "expresión típica de un mexican
pilli topiltzin, es posible, que él que le suceda, se haya empezado a preparar
para la presidencia con mucho menos tiempo, nada más que con una precedencia un
poco diferente a la de él, de otra precedencia, que sería en términos de
quiniela "la chica", lo nuevo sería que precediera de la oprimida
moral y materialmente clase media mexicana..., veremos...
Como decía
Ibn Jaldun el historiador musulmán del siglo XIV, "no es el desarrollo de
las artes y de las ciencias lo que determina la posición social del individuo,
sino el que la sociedad le desea conferir, casi el concepto de
"seductor" seducido de Severo Mirón". Así es, nadie niega las
cualidades de Pedro Aspe, but no body perfect, doesn't it.
"Hola, que tal. Que haces. Nada,
Pero desde temprano, verdad'"
Soldado Chiricuto
El salario no puede crecer, si no es con base en
nuestro propio esfuerzo; quién, no desea ganar un poco más. La prioridad, desde
mi punto de vista debe ser una reforma cultural, con cambios en la Constitución
(3º y en la Ley Agraria 1992) que permita favorezca la descentralización de
politicas públicas y la generación de más empleos, sin incurrir en el
financiamiento inflacionario, la clave puede ser impedir que se consuma más de
lo que se produce, para aumentar el ahorro y la inversión; importar menos de lo
que se exporta para defender nuestra industria y nuestro comercio, ahí la
subvaluación del tipo de cambio, puede ser la clave junto con la exaltación de
la eficiencia en el trabajo y el sentido de organización y la descentralización
publica de la producción de bienes y servicios, valores propios de la clase
media, esquema donde la participación del mercado en la asignación de los
recursos toma nueva relevancia, sin embargo, convengo en que no es solo el
mercado, ni solo el estado el que puede llevar a buen puerto la asignación de
los recursos en una sociedad con tantos y tan contrastantes caracteres
culturales y económicos como los hay en la sociedad Mexicana, las soluciones
eclécticas están enfrente, el compromiso debe de ser con el sentido común,
descentralizar la economía CFE, PEMEX y El Ejido.
Addendum.
Para
diciembre de 1994, la paridad del peso, se tuvo que deslizar de $3.22 x 1 dólar
a $5.50, con ello el salario mínimo cayó a $ 1.63 dólares (1981=100) casi el
nivel que tenía en 1974, antes del Boom Petrolero.
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